El SMS está de capa caída. Lejos parece quedar aquel tiempo en que el que las operadoras veían crecer año a año los beneficios que les reportaba el uso de la mensajería de texto. El 24 y 25 de diciembre de 2008, se alcanzaron los 37 millones y medio de SMS, por los que las compañías se embolsaron, en apenas dos días, 6,32 millones de euros. Al finalizar el año, los beneficios obtenidos a través de este servicio significaron para las operadoras el 12% del total de sus ingresos. Sin embargo, a partir de ahí comenzó el descenso.

Si bien 2009 logró mantener cifras en el sector similares al año anterior, con un ingreso procedente de la mensajería corta de 2.734 millones de euros durante su tercer trimestre, el año pasado se registró un claro descenso en el uso de estos mensajes, con unas cifras cercanas a los 2.100 millones de beneficios para el mismo periodo anual, que se tradujo en una caída hasta el 8% sobre el total de ingresos de las operadoras. El gran ejemplo de esta tendencia vino con la fecha más esperada en este sector: Nochebuena, donde se registró un descenso de entre el 6 y el 15% con respecto a 2009.

SMS caros con respecto a Europa

La principal razón hay que buscarla en su propio precio. En primer lugar, porque en ocasiones resulta más económico el recurso a la llamada para un determinado asunto que llevaría, por el contrario, el uso de varios mensajes de texto. Y en segundo lugar (y sobre todo), por la expansión imparable de las redes sociales, como Tuenti, Facebook y en especial, Twitter, más aún con la llegada de este tipo de webs a la telefonía móvil a través de los smartphone, y a la que se sumaron nuevas aplicaciones para la ocasión, como WhatsApp, programa de mensajería instantánea disponible para diferentes plataformas móviles.

Y ante esta posibilidad, el usuario opta por una vía lógica: el abandono del SMS, ya que dichas redes sociales ofrecen el mismo servicio que aquél, pero con una gran innovación con respecto a éste: el envío es gratuito. Incluso Twitter mantiene esa limitación de 140 caracteres, quizá como homenaje a su predecesora. Y como última razón que la mensajería de las redes sociales conecta a muchos más dispositivos de lo que puede ofrecer el tradicional mensaje de texto.

De esta manera, mientras el sistema tradicional de mensajería instantánea pierde presencia, las redes sociales siguen creciendo a una velocidad vertiginosa, que en ocasiones incluso se han convertido en el propio centro de la noticia en los medios a nivel mundial, al permitir algo que los SMS difícilmente lograban hacer: el mantenimiento abierto de su servicio de comunicación en situación dramáticas, como los atentados de noviembre de 2008 en Mumbai, o los intentos de censura durante las revueltas de Irán. Entonces las redes sociales, como Twitter, mostró su capacidad de comunicación.

En fin, el propio móvil, aquel que nos creó la necesidad de estar en permanente contacto con el resto de la ciudadanía, a través de una llamada o de un servicio innovador: los mensajes de texto, puede convertirse en el medio con el que acabará, si no desapareciendo, sí menguando la presencia de esos SMS.

 

Fuente: adslzone