De momento los investigadores están realizando estudios para alertar a los fabricantes sobre posibles vulnerabilidades y problemas de seguridad. Muchos coches nuevos tienen tecnología Bluetooth, sistemas para la conexión a Internet mediante banda ancha y otros dispositivos. Dichas conexiones pueden utilizarse con fines maliciosos. En uno de los casos presentados, se ejecutó código malicioso a través de Bluetooth, o bien un troyano mediante la reproducción de un archivo MP3.

Con la instalación de malware se podría alterar ciertas configuraciones del coche como por ejemplo conseguir los datos de localización o bien subir y bajar ventanillas, abrir / cerrar puertas, etc.

Los investigadores lograron interferir el sistema informático de dos vehículos y controlar un amplio espectro de sistemas en ambos, incluyendo el encendido del motor, los frenos, la calefacción, las luces, el panel de instrumentos, la radio y los seguros, entre otros y hasta activar una “secuencia de autodestrucción” que mostraba una cuenta atrás de 60 segundos en la pantalla del ordenador del vehículo y que concluía con el apagado del motor y el bloqueo del cierre centralizado.

 

Fuente: muyseguridad