Entre dichas medidas destaca la creación de una agencia intermediaria entre los proveedores de Internet y la industria del ocio y que sería responsable de las presuntas infracciones de las que informaría a los propietarios del copyright.

El coste de dicha agencia sería sufragado por los proveedores de Internet, los cuales trasladarían el mismo a sus usuarios en forma de un canon anual.

 

Artículo publicado por Muy Computer.