Andy Rubin, el padre de Android, está muy orgulloso, como no podía ser de otra manera, de su sistema operativo abierto. En una entrevista concedida al diario, el vicepresidente de ingeniería de Google ha mostrado su enorme ambición cuando ha confesado que quiere ver a todo el mundo usando Android. Sin embargo, niega tener ningún poder sobre el sector de las telecomunicaciones móviles, a pesar de que desde Nokia acusan con recelo a Google y Apple de ser los dominadores de la industria por difundir un sistema abierto instalable en cualquier smartphone.

No obstante, las cifras asustan: cada día se activan 300.000 dispositivos con Android. Y es que las marcas han quintuplicado el uso de Android en solo un año, ya que según Rubin los fabricantes de terminales han reconocido en Android un sistema operativo que les reporta éxito gracias a su enorme flexibilidad y potencial de desarrollo y distribución. Así, firmas como Samsung, Motorola, Sony Ericsson o HTC, entre otras, han dejado de lado sus propios sistemas propietarios para apostar de forma clara por Android.

Sin duda, Android ha sido el único que le ha sabido plantar batalla al dominio de Apple y su iPhone. Rubin conoce bien la compañía de la manzana y la manera de trabajar en la casa de Steve Jobs. Después de sus estudios universitarios, Andy Rubin se mudó a Suiza para trabajar en la empresa Carl Zeiss, una empresa dedicada a productos ópticos, y luego se trasladó a las Islas Caimán, donde conoció a Bill Caswell, quien le ofreció un trabajo en Apple. Era el año 1989 y las Macintosh estaban teniendo su primer gran momento de popularidad.

Pero comparando Android con otros productos, Rubin no se ve amenazado. Considera que su sistema operativo tiene más potencial al estar concebido especialmente para dispositivos móviles, no como Windows Phone 7, al que ha calificado como un software ideado para ordenadores y adaptado luego a los smartphones.

Lo que está claro es que Andy Rubin sabe de lo que habla. Después de su paso por Apple, en 1992 empezó a trabajar en el proyecto General Magic, donde se trataba de desarrollar un innovador sistema operativo y una interfaz para teléfonos inteligentes. Sin embargo, este proyecto era demasiado avanzado para la época (¡hablamos de hace casi veinte años!), y solo un par de empresas de telecomunicaciones lo adoptaron, por lo que el equipo de General Magic gradualmente se fue disolviendo.

Rubin se unió a la compañía Artemis Research, formada por tres ex-ingenieros de Apple, la cual se terminó convirtiendo en WebTV, un proyecto que intentaba construir un aparato que combinara lo mejor de Internet y de la televisión, y que en 1997 fue comprada por Microsoft. Después de otras aventuras tecnológicas, por fin se puso manos a la obra con la semilla de Android.

Google sueña con un Android en cada terminal

Así, Rubin trabajó en el desarrollo del Sidekick, un teléfono poco conocido entre el gran público pero que muchos ingenieros eligieron y convirtieron en un aparato de culto. A comienzos del año 2002, Rubin dio una charla sobre el desarrollo de Sidekick a una clase de ingenieros en la Universidad de Standford. Larry Page y Sergey Brin, fundadores de Google, estaban en la charla y una vez que finalizó, Page se acercó a examinar el Sidekick y descubrió que el motor de búsqueda predeterminada era Google.

En ese momento la aparición de redes digitales inalámbricas estaba alentando la idea de un aparato del tamaño de una mano que incluyera capacidades de un teléfono y de Internet. Page se fascinó con la idea de un teléfono de Google con un sistema operativo especial para dispositivos móviles, y fue allí donde decidió comprar Android. El primer teléfono sería lanzado en 2007.

Sobre el futuro, el vicepresidente de ingeniería de Google ha confesado que el negocio pasa por introducir publicidad en las aplicaciones, una idea que ha sonado con fuerza en el Mobile World Congress 2011 de Barcelona. Además, Google parece que lanzará este mismo año una nueva actualización de su sistema operativo junto a un hardware que mezclaría las virtudes de Gingerbread y Honeycomb, las dos últimas versiones de Android. Ya sabemos que, para Rubin, el éxito de este sistema radica en en el desarrollo constante de la plataforma.

 

Fuente: adslzone