Según podemos leer en información de Europa Press, la Agencia de la Picaresca en Internet y el médico consultor sénior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona Joaquín Fernández Solà han detectado que el número de pacientes alérgicos a las redes WiFi está proliferando.

El médico entrevistado por la agencia de noticias indicó que los pacientes desarrollan una "sensibilidad" a los campos magnéticos de las redes inalámbricas. Ésta se manifiesta en diversos trastornos que van desde la ansiedad, los vómitos, dolores de cabeza, migrañas, toz, escozor de ojos, irritabilidad, insomnio y eccemas en la piel, síntomas muy propios de las alergias comunes. El hospital donde trabaja el doctor Solà ha atendido a un centenar de ciudadanos con esta "sensibilidad" en los últimos tres años.

De momento los porcentajes de pacientes afectados son mínimos, ya que se calcula que afecta a una de cada 1.000 personas. No obstante, el doctor ha afirmado que es muy probable que el número de pacientes afectados se multiplique a largo plazo ya que no están probados los efectos de las emisiones WiFi hasta un periodo prolongado durante años. Eso sí, el perfil de estos pacientes responde a ambientes repletos de ondas electromagnéticas omo los entornos laborales.

El doctor señaló que estas zonas son "auténticos búnkeres" para provocar estos trastornos y ha criticado que exista el elevado número de antenas, repetidores, redes WiFi o microondas en entornos comunes puesto que no se ha demostrado que "a largo plazo" sean inocuos. En este sentido ha recomendado a los usuarios que eviten la exposición a estos campos electromagnéticos.

De nuevo se reabre la polémica en torno a lo pernicioso para la salud que puede resultar la exposición tanto a las redes de telefonía móvil como a los campos de conexiones WiFi. Parece que empiezan los primeros casos que demuestran este peligro. Estaremos atentos a futuros estudios en este sentido.

 

Fuente: adslzone