Para fomentar la competencia en nuevas infraestructuras, la CMT mantiene la obligación para Telefónica de proporcionar el acceso a sus canalizaciones a precios orientados a costes. Asímismo, tendrá que proporcionar un servicio mayorista de acceso indirecto de banda ancha de hasta 30 megas en todo el territorio, independientemente de la infraestructura que soporte el servicio, a unos precios orientados a los costes. El servicio de Televisión (Imagenio) está exento de esta obligación ya que técnicamente no es posible.

Para aprobar la regulación, la CMT ha tenido en cuenta que la red de fibra no forma parte de la red legada (el cobre desplegado cuando Telefónica era un monopolio), sino que se trata de despliegues nuevos, que implican nuevas inversiones por parte de la operadora. El regulador considera que la medida más idónea es que Telefónica abra su infraestructura de obra civil, es decir, sus conductos, para que los alternativos desplieguen también su propia red y no se queden atrás en el desarrollo de la banda ancha de nueva generación.

Ahora, una vez definido el mercado, Telefónica puede lanzar con total libertad ofertas de 50 o 100 megas sin necesidad de preocuparse por sus competidores. En el plazo de un mes, Telefónica deberá actualizar su oferta con algunos componentes nuevos que permitan a los alternativos revender su oferta de 30 megas.

 

Fuente desde: adslzone