Bajo el título "Es la dictadura de los Señores de la Red", el artículo de Alejandro Sanz no ha tardado en despertar las iras de los internautas. En él recoge la primera polémica abierta en torno a la postura del madrileño que expuso en su Twitter y que levantó fuertes críticas por parte de los usuarios. "Escribí en mi Twitter que con respecto a esto y en esta ocasión, algunos políticos habían actuado de forma cobarde e hipócrita; lo mantengo", afirma.

En su texto se puede comprobar cómo califica a los usuarios que le respondieron a través de la red social como "desubicados" o "talibanes de Internet", hablando de la creación en la Red de un "nuevo fascismo" y una "nueva dictadura". Sanz asegura que "muchos políticos se han plegado a ellos" y que en nuestro país, con esta decisión "se protege al pirata, al proxeneta de las canciones robadas (trata de blancas, de negras, fusas y semifusas)".

La votación que sirvió para que se replantee el texto de la Disposición Final Segunda se hizo "en contra del artista y de nuestros derechos", afirmó el cantante. Además, insistió en el discurso que la industria cultural lleva vociferando desde hace meses: "¿Saben cuántos puestos de trabajo se han perdido en la música por culpa de los talibanes y sus compinches?". De nada parece haber servido que el propio Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información publicase su informe en el que admite una tendencia positiva con resultados multimillonarios de la industria cultural a pesar de las descargas y el intercambio de archivos.

"Ellos jamás permitirán que toquen sus feudos, su mundo paralelo donde todo vale, donde no existen leyes... su mundo... y nos llevarán a su anarquía perversa", sentencia el popular cantante residente en Miami. Para concluir, Sánchez se atrevió a advertir a los polícitos para que se preparen a "ser rehenes de los Señores de la Red para el resto de sus vidas", afirmando que "el tiempo todo lo pone en su lugar".

Efectivamente, cuestión de tiempo parece ser lo que necesita la industria cultural en adaptar su modelo de negocio a la nueva era abierta por Internet. Hasta entonces, seguiremos eschuchando argumentos infundados y críticas que rozan el insulto hacia los usuarios. Parece que Ramoncín ha encontrado sustituto.

 

Fuente: adslzone