Mal argumento el de aquel que en una disputa responde con el manido "Y tú más". Ésta parece la postura de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que acorralada por las críticas al canon y sola en su batalla por defenderlo, responde llamando "mentiroso" a todo aquel que afirma, y razones no faltan, que este impuesto es tan arbitrario como ilegal.Las excusas de la SGAE para defender el conocido como "canon digital" se agotan, ancladas en un discurso que ha evolucionado tanto como el concepto de derecho de autor que tanto defienden, es decir, nada. El último en criticar la posición de la SGAE ha sido Enrique Dans, que ha respondido a un documento enviado por la gestora a sus asociados bajo el título "Las mentiras que se cuentan, las verdades que se ocultan". En éste la SGAE se siente víctima de una persecución mediática.
El encabezamiento de este boletín no tiene desperdicio. "Periódicamente, determinados medios de comunicación reabren el debate sobre el derecho de copia privada. Cualquier excusa, a menudo una falsedad, sirve. La intención es evidente, quieren inculcar a la opinión pública el rechazo hacia este derecho de autor que tanto esfuerzo y tiempo nos ha costado consolidar", asegura la SGAE culpando a los medios de que se dude de la legitimidad y legalidad del canon.
La gestora quiere participar de los beneficios de las empresas de tecnología
Entre otros argumentos, la entidad de gestión asegura que los medios falsean las cifras que supone esta tasa, a pesar de que, como publica Dans, éstas están reflejadas en el Boletín Oficial del Estado. La gestora presidida por Teddy Bautista se empecina en la legalidad del canon y no sólo aseguró que es necesaria su existencia sino que es un gravamen justo porque el beneficio de las empresas tecnológicas "ha crecido un 30% anual desde 2005". Y es que esta gestora considera aún que sin sus contenidos no existiría la tecnología. Claro, por lo visto, la boca sólo sirve para comer.
Juan Nebreda, que es quien firma el documento de la SGAE, concluye afirmando que la copia privada ha de ser pagada por los fabricantes y los importadores de equipos. Enrique Dans nos devuelve a la realidad, ya que son los usuarios quienes lo hacen y lo compara con "una mano que se introduce en tu bolsillo en el momento del pago y que te roba arbitrariamente una cantidad de dinero para subvencionar una actividad que nada tiene que ver contigo ni con lo que estás comprando".
Enfrentamientos aparte ante los débiles argumentos de esta entidad privada, desde el Gobierno no se hace nada ante lo que la propia Comisión Europea a través de su abogada general, Verica Trsteniak, se considera un gravamen ilegal ya que "no constituye una compensación equitativa". La demora en su abolición sólo muestra la escasa capacidad de defensa hacia los usuarios por parte de las instituciones. Y mientras, los demás, seguiremos siendo unos mentirosos.
Fuente: adslzone
