Esta situación se da en tres de las cinco opciones de contratación junto a un plan de llamadas con el nombre de Premium Speed Broadband, y que se vende bajo el slogan de "banda ancha supersónica".

En estos contratos de 24 meses de permanencia, con un tráfico incluido de 120 GB (79,94 $), 150 GB (89,94 $) y 170 GB (99,94 $), la velocidad de descarga baja de unos impresionantes 100 Mbps a unos "supersónicos" 64 kbps en el momento en que el límite de volumen de datos en horas punta (de mediodía a medianoche) se supera, situado respectivamente en 50 GB, 75 GB y 85 GB.

Por otra parte, hay planes más caros que eliminan el concepto de las horas punta, con 100 GB (129,94 $) y 200 GB (159,94 $) de tráfico en general, en las que las velocidades bajan a 256 kbps.

Con esta situación, el regulador de la competencia en Australia ha decidido demandar a la operadora ante la justicia por considerar que se está engañando a los consumidores al utilizar palabras como "supersónico" o "piensa en grande" para publicitar estos contratos. Se basan en más de once anuncios que Optus ha distribuido por varios medios, en los que se anuncia a bombo y platillo que la velocidad máxima es cuatro veces más rápida que la banda ancha estándar del país, pero omiten mencionar claramente qué pasa cuando se rebasan los límites de tráfico.

Para defender su tesis ante el juicio que se celebrará entre los días 27 y 29 de octubre, la reguladora contratará a un experto para evaluar las diferencias que en las aplicaciones y servicios normalmente utilizados se hacen patentes entre ambas velocidades.

 

Fuente: bandaancha