Basta con ser "sospechoso" para que las autoridades de Estados Unidos puedan rastrear tu teléfono móvil. Así lo ha decidido un tribunal de apelación de Philadelphia, en una polémica sentencia que permite la localización de los móviles sin que sea necesario que un juez lo dictamine. Ésta añade una excepción a la Cuarta Enmienda, que prohíbe estas prácticas por parte de las autoridades si no son respaldadas por un órgano judicial.

La decisión no es definitiva según ha explicado Kevin Bankston a CNET News, representante de EFF (organización que vela por los derechos de los ciudadanos en el mundo digital), y no se sabe aún hasta qué punto modificará la Cuarta Enmienda. La propia Administración de Obama ha señalado que el rastreo sin orden judicial es "permisible" ya que los ciudadanos norteamericanos no consideran una violación de la privacidad el conocer el paradero de sus teléfonos móviles.

Los abogados del Departamento de Justicia del país norteamericano han afirmado que "los derechos que otorga la Cuarta Enmienda a los ciudadanos no son violados cuando los operadores revelan al Gobierno sus propios registros", que muestran dónde está el terminal móvil así como las llamadas recibidas. La citada EFF rechazó esta afirmación y aseguró que seguirá trabajando para proteger los derechos y libertades civiles de los ciudadanos, que se han visto atacados en cuanto a la privacidad por esta resolución.

A este paso podrían seguirle otro tipo de rastreos como el realizado a "sospechosos" a través de sus conexiones a Internet. Una vez más se vuelve a poner sobre la mesa el debate de si por cuestiones de seguridad los derechos de los ciudadanos pueden ser vulnerados por las autoridades.

 

Fuente: adslzone