La SGAE  contrató a un detective, que se coló en una boda en el restaurante La Doma de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) y grabó a los invitados cuando sonaba la música protegida por derechos de autor. El salón de bodas ha sido condenado a pagar 43.179 euros de canon musical en base a otras pruebas pero la SGAE tendrá que pagar diez millones de las antiguas pesetas por vulnerar la privacidad de todos los invitados.

La resolución dice además que la actuación del detective vulneró la Ley de Seguridad Privada, que prohíbe a esos profesionales usar en sus investigaciones "medios técnicos que atenten contra el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen".

 

Fuente desde: adslzone