La revista Telos de la fundación Telefónica publica un artículo firmado por Fernando Herrera, Director de Clientes de Telefónica España, en el que habla sin tapujos sobre la posición de la operadora respecto a la neutralidad de la red. El debate lo abrió precisamente el presidente de Telefónica, Cesar Alierta el pasado mayo, por lo que es muy interesante conocer con más detalle cual es la posición de la primera teleco del país sobre un asunto que actualmente está en boca de todos.

Neutralidad si, pero gestionando el tráfico de la red

Como ejemplo histórico de que las redes siempre han sido neutrales cita la red telefónica: "Jamás Telefónica ni ningún otro operador de telecomunicaciones se preocupó de que las conversaciones telefónicas fueran realmente una comunicación de fax o un acceso a una BBS por módem". Esto no quita que el operador pueda gestionar su red para mejorar su funcionamiento.

La neutralidad de red es perfectamente compatible con las tareas de gestión de tráfico que los operadores realizan sobre sus recursos que, como es fácil imaginar, son limitados. Gracias a dicha gestión de tráfico se asegura, por ejemplo, que las llamadas de emergencia son adecuadamente priorizadas sobre el tráfico normal, cosa que a todo el mundo le parece razonable.

Dejando el ejemplo de la red telefónica y volviendo a internet, los operadores, "Telefónica entre ellos, siguen sin querer inmiscuirse en lo que transite por la red".

Telefónica y el bloqueo de contenidos

Telefónica considera que bloqueo selectivo de contenidos o servicios a los que acceden los clientes va en contra del operador.

Si un operador opta unilateralmente por bloquear accesos, lo normal es que pierda a sus clientes, que preferirán acceder a la red a través de un operador que no les bloquee contenidos ni servicios.

Sin embargo, de nuevo las redes móviles son una excepción. Para garantizar el servicio de la mayoría de clientes es imprescindible limitar el uso de unos pocos.

El uso de determinadas aplicaciones o contenidos muy intensivos en el consumo de Banda Ancha puede limitar considerablemente la disponibilidad del servicio para los otros usuarios que estén compartiendo el acceso, hasta el punto de hacerlo inviable. Por eso losoperadores móviles pueden verse obligados a rebajar la capacidad dedicada a determinados servicios, como reproducción de vídeo, juegos en tiempo real o descargas P2P, en determinados momentos, pudiéndose incluso llegar a bloquearlos en casos extremos.

El este punto el artículo olvida hablar del bloqueo de la VoIP, un servicio muy ligero para la red, pero que Movistar y otros operadores prohíben utilizar en sus tarifas de internet móvil.

El debate en Europa está "fuera de lugar"

A diferencia de EEUU, donde sí ha habido casos de violación de la neutralidad, como el bloqueo del P2P en la red de cable de Comcast, en Europa "no se ha producido ninguna queja o denuncia al respecto". Para Telefónica, aquí el debate está "fuera de lugar" y ha sido "importado por los agentes globales".

En España, el debate sobre neutralidad de red ha tenido muy poca repercusión en la opinión pública y reguladores, lo que refleja una situación de normalidad en que no es necesaria intervención alguna.

Google presionó "en favor de sus intereses"

En la subasta de las frecuencias del apagón analógico de EEUU, Google pujó por un bloque, exigiendo previamente al regulador que garantizase la neutralidad de las nuevas bandas respecto al tipo de dispositivos y aplicaciones que pudiesen utilizarlas, demandas que fueron satisfechas.

Curiosamente, ninguna de las frecuencias de la licitación fue asignada a Google, quien a la hora de la verdad no mantuvo su interés con el celo antes descrito, lo que demuestra el carácter instrumental de sus peticiones de cara a alterar el régimen regulatorio de las redes móviles en favor de sus intereses. Contradicciones similares planean constantemente sobre el debate de neutralidad de red, lo que prueba que se trata de un debate interesado y posiblemente innecesario.

Aumentará la factura si se impone la neutralidad

Telefónica considera que los operadores necesitan participar activamente en el negocio de los contenidos y no ser simplemente "tuberías de datos". Si se les priva de estos ingresos, tendrán que repercutir la inversiones en nuevas redes en la factura del usuario.

Privados de estos posibles ingresos, así como de la posibilidad de ofrecer distintos niveles de calidad (si hemos de mantener también la neutralidad de red según se entiende en este texto), el despliegue de la NGN debería financiarse íntegramente con los ingresos obtenidos por los servicios de acceso. Dicho de otra forma: serían los usuarios finales los únicos encargados de financiar este despliegue, al no permitirse a los operadores acudir a otro tipo de clientes de los que obtener ingresos.


Fuente: bandaancha