El denominado Internet Fraud Alert permitirá a los investigadores saber qué credenciales y cuentas han sido robadas de forma on-line, como los nombres de usuarios y contraseñas de servicios en Internet o actuaciones que hagan peligrar las tarjetas de crédito de sus dueños. A través de un sistema centralizado de alertas, el programa avisará inmediatamente a las empresas qué información se ha visto comprometida, para que tomen cuanto antes las medidas oportunas para proteger a sus clientes.

El phishing y los ataques de código malicioso representan una seria amenaza contra la identidad de los consumidores y los datos de sus cuentas on-line. Sólo en 2009, el Anti-Phishing Working Group recibió más de 410.000 informes de ataques de esta naturaleza.


Fuente: muyseguridad