Telefónica ha reformado su estrategia y ha decidido no esperar a que un cliente le comunique su intención de dejar la compañía para hacerle una oferta de retención, sino que es ella la que da el primer paso.

Un portavoz de Telefónica asegura que se trata de la política tradicional de la compañía, que busca ofrecer un trato personalizado a los clientes.

La compañía ha detectado que en estos momentos de crisis la factura se ha convertido en una prioridad para muchos consumidores y que los abonados que dejan Telefónica lo hacen más por abaratar lo que pagan que por problemas de calidad, así que la operadora ha optado por atacar directamente este problema.

La alternativa es adelantarse, contactar con los clientes que a ella le interesa conservar y ofrecerles un descuento si se detecta alguna insatisfacción, incluso aunque el motivo de la queja no tenga nada que ver con las tarifas.

En telefonía móvil, por ejemplo, la compañía ha ofrecido un descuento del 20% en las tres próximas facturas a un abonado que se declaró descontento con la cobertura del servicio.

Pero si el motivo del desagrado son los precios, la rebaja puede ser aún mayor. En telefonía fija y ADSL, las reducciones ofrecidas llegan al 40% y su duración es mucho mayor.

Reducir los precios oficiales de forma generalizada supondría un coste demasiado grande, y en algunos casos, conllevaría una reducción de las tarifas mayoristas, las que Telefónica cobra a otras operadoras por dejarles su red.

Casualidad o no, probablemente la propuesta del ‘ADSL Naked’, es decir sin cuota de línea, que de forma indirecta Vodafone va a empezar a ofrecer en los próximos días, ha puesto en alerta a la compañía Telefónica, que lejos de quedarse quieta, está obligado a no perder más clientes de los que está perdiendo en favor de los alternativos en los últmos doce meses.

 

Fuente desde: adslnet