El ejecutivo español defiende una televisión pública "de calidad, desgubernamentalizada y económicamente sostenible" y para ello suprimirá la publicidad gravando a los operadores de telecomunicaciones con el 0,8% de su facturación. Aunque la mayoría de telecos han prometido que no trasladarán el canon a sus clientes, no se sabe las consecuencias que tendrá.

Fuentes del sector apuntan a que reducirán sus inversiones y las famosas redes de nueva generación tardarán más tiempo en llegar. Desde otros sectores como las asociaciones de consumidores creen que se repercutirá a los usuarios de forma encubierta, por ejemplo, subiendo el coste de las llamadas o cobrando determinados servicios.

¿Preferimos pagar por no ver publicidad en televisión española o para subvencionar redes de fibra óptica? Es evidente que la mayoría de los contibuyentes prefiere el desarrollo de un país con redes ultrarrápidas, sin embargo en España no parece que la inversión pública esté destinada a estos fines.

La fibra llegará más tarde a España

La Comisión de Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha manifestado en numerosas ocasiones que es imprescindible que las Administraciones Públicas inviertan y se adopte un modelo similar al asturiano donde Adamo y Telecable explotan la red desplegada por el Gobierno del Principado. Lo que es evidente es que los operadores no van a destinar fondos en donde no les interesa y mucho menos si tienen que contribuir a financiar a una cadena de televisión pública.

Deberíamos seguir el ejemplo británico o italiano donde el Gobierno también ha decidido intervenir en el despliegue de una red de similares características.

 

Fuente desde: adslzone