En la resolución, consecuencia de una petición de France Telecom (Orange), la CMT trata las implicaciones que el cambio anunciado por Telefónica va a suponer para los operadores que ofrecen sus servicios a través de su infraestructura.

La CMT determina en su resolución que la operadora dominante deberá garantizar que los operadores alternativos puedan migrar a sus clientes a la nueva velocidad y en las mismas condiciones en las que la propia Telefónica migrará a los suyos.

Indica que si Telefónica procede a una migración masiva de cualquier modalidad, deberá comunicar a los alternativos el cambio por lo menos con 45 días hábiles de antelación.

Telefónica deberá proporcionar a cada operador, con al menos 30 días hábiles de antelación a la ejecución de la migración, un listado individualizado sin errores de todas las conexiones susceptibles de ser migradas a cada operador de acceso indirecto, y las que no lo pueden ser.

Las migraciones deberán hacerse en bloque y no de forma individual, entre otros puntos.

Además, Telefónica deberá permitir a los operadores alternativos la selección de la tecnología utilizada, bien ADSL o ADSL2, en sus solicitudes de servicio mayorista.