El procesador es probablemente la parte más importante de nuestro ordenador, ya que se encarga de procesar la gran mayoría de tareas de un dispositivo, como sus siglas indican (Central Processing Unit). Para trabajar, la CPU requiere de la memoria RAM para ir almacenando sus cálculos y poder trabajar más rápidamente.

Núcleos de un procesador

En la actualidad, prácticamente todos los procesadores del mercado tienen varios núcleos. Un mayor número de núcleos no implica directamente un mejor rendimiento, tal y como explicamos cuando Ryzen fue lanzado. Los procesadores de Intel Core para particulares tienen 2 núcleos en el caso de los i3, cuatro en el caso de los i5 (algunos para portátiles tienen dos) y 4 en los i7, pero con la diferencia de que añaden HyperThreading, pudiendo dividir un núcleo en dos hilos para paralelizar mejor las tareas y aumentar el rendimiento. Los Pentium son versiones económicas de procesadores de dos núcleos, (y 4 hilos dependiendo del modelo), por lo que si tenemos un presupuesto ajustado son buenas opciones para jugar.

En el caso de AMD Ryzen, Los Ryzen 7 tienen 8 núcleos, los Ryzen 5 tienen 6 y 4 núcleos dependiendo del modelo, y los futuros Ryzen 3 tendrán cuatro núcleos sin SMT, el equivalente de HyperThreading de Intel. El hecho de que un procesador tenga más núcleos no significa que la frecuencia del mismo se multiplique, sino que la experiencia de multitarea será mucho mejor.

Versiones para portátiles vs versiones para escritorio

Intel cuenta en la actualidad con varias versiones de sus procesadores, siendo los que acaban en U (Ultra-low power) los pensados para los portátiles más ligeros, con un rendimiento algo más limitado y un consumo muy comedido para aumentar la duración de la batería al máximo. Los HQ hacen referencia a procesadores con High Performance Graphics, y HK hace referencia a High Performance Graphics pero con posibilidad de overclock. En los procesadores de escritorio, se distinguen los que no llevan nada, los K, que suben algo la frecuencia y permiten overclock, y los T, cuyo rendimiento está más optimizado.

TDP (Thermal Design Power)

El TDP es la cantidad máxima de potencia que el diseño del procesador permite disipar en forma de calor. Por ejemplo, un TDP de 65 vatios implica que un procesador puede disipar esa cantidad de energía sin exceder lo que puede llegar a resistir el chip. Esta cifra no es el consumo real máximo del chip, sino más bien el consumo orientativo que se produce al ejecutar aplicaciones en un entorno práctico y real, siendo el consumo máximo normalmente algo superior al TDP.

Socket

El socket es hueco donde va alojado el procesador en la placa base. Los hay de distintos tamaños, siendo el LGA1151 utilizado en las dos últimas generaciones de procesadores Intel, mientras que el AM4 es el utilizado por los procesadores Ryzen. A la hora de buscar un procesador y una placa base, es necesario encontrar componentes que coincidan exactamente, ya que una diferencia de un solo pin supone que no podremos introducir el procesador en el socket de la placa base.

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Memoria cache L2 y L3

La memoria cache L2 y L3 son memorias de unos cuantos MB de capacidad que el procesador lleva en su interior y que utiliza para almacenar cálculos durante el procesamiento de tareas para tardar el menor tiempo posible en acceder a ellos (menos aún que a la RAM). Cuanta más tenga un procesador, normalmente significa que es más potente porque requiere mayor cache para almacenar lo que está procesando.

Frecuencia

Medida en GHz, la frecuencia hace referencia a la velocidad a la que opera el procesador y el tiempo en el que tarda en procesar las tareas. Aunque ya no es un factor tan importante como lo fue en otro tiempo con procesadores de un solo núcleo, sí que una mayor frecuencia supone un mejor rendimiento, sobre todo en juegos.

 

Fuente: adslzone