Cada pocas semanas nos encontramos con una noticia sobre una grave vulnerabilidad encontrado en routers y otros dispositivos de red. La mayoría de veces, todo resulta mucho peor cuando se tiene la contraseña por defecto asignada por operadora o fabricante ya que permite un acceso sencillo al corazón de nuestra red.

Uno de los peores hábitos: no cambiar las contraseñas por defecto

Todos los dispositivos de red suelen venir con contraseñas por defecto. Aunque su complejidad ha mejorado en muchos casos, en otros se sigue apostando por es de admin – 1234 y similares. Es decir, combinaciones que cualquiera puede deducir y que incluso, están recopiladas por todo Internet.

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Si nunca hemos cambiado la contraseña del router, la que da acceso a su configuración, ni tampoco la contraseña de la conexión WiFi, ha llegado el momento de hacerlo. No podemos dejar pasar ni un segundo más con esa clave generada por ordenador que nos expone a un mundo de peligros.

Lo primero que tenemos que hacer es entrar al router. Normalmente, esto se consigue escribiendo 192.168.1.1 o 192.168.0.1 en la barra de direcciones del navegador. También podemos acceder al Símbolo de Sistema o CMD y utilizar el comando “ipconfig”. En Adaptador de Ethernet o Adaptador de LAN inalámbrica donde localizaremos la IP de Puerta de enlace predeterminada.

Eso nos dará acceso al router, si no recordamos el usuario y contraseña por defecto, podemos probar con Default Router Passwords, la web que recopila todas las contraseñas y nombres de usuario de los principales modelos. Una vez hemos accedido, procederemos a cambiar la contraseña.

Esto es un proceso que varía según el modelo del router. Normalmente, encontraremos la opción contraseña dentro del apartado de configuración general o de ajustes de sistema.

 

Fuente: adslzone