Primer paso: diagnosticar el origen

Aunque sean muchos los orígenes de estos ruidos, éstos son fácilmente diagnosticables. En concreto, el problema está básicamente en tres sitios: en los altavoces, en los cables o en el ordenador.

Para determinar si el problema viene de los altavoces, simplemente podemos probar a conectar otro dispositivo a ellos, como un móvil. Si las interferencias se mantienen, podemos descartar que el problema provenga de los altavoces. Si por el contrario el ruido desaparece, tendremos que probar a conectar otros altavoces o auriculares al mismo puerto del ordenador para ver si sigue manteniéndose el ruido.

Si el problema continúa, prueba a utilizar otro cable. Si el ruido que estás escuchando mejora, entonces es culpa del cable, que probablemente se haya degradado con el tiempo o simplemente se haya roto. Los ruidos generados por un cable en mal estado son básicamente interferencias electromagnéticas. Utilizar uno de mayor calidad (al ser una conexión analógica) hará que la calidad sea mejor. Si el problema es un daño en un cable que no puedes reemplazar, siempre puedes probar a repararlo con un soldador, un poco de estaño, y un plástico termoretráctil.

Si los altavoces son el problema, entonces no tienes más remedio que devolverlos para garantía, repararlos o sustituirlos. Es posible que el problema lo genere un altavoz en concreto, por lo que quizás no tengas que enviar a reparar el equipo al completo, o incluso el fabricante te puede dar la opción de venderte una unidad por separado si les contactas y tus altavoces están fuera de garantía.

Soluciones si el problema viene del PC

Si has descartado que el problema sea de los altavoces y de los cables, entonces el problema tiene que venir del ordenador. Prácticamente todos los usuarios aprovechan la tarjeta de sonido integrada de la placa base, y aunque éstas suelen ofrecer una gran calidad hoy en día, su aislamiento frente a interferencias electrónicas del ordenador es realmente malo.

Esto expone a la tarjeta de sonido a interferencias de componentes como la fuente de alimentación o la tarjeta gráfica. Normalmente, estos suelen ser los dos componentes que generan interferencias en el sonido, siendo la tarjeta gráfica cuando estamos jugando la principal causante de estos problemas con el conocido como “coil whine”.

Este coil whine se genera en mayor o menor medida en la gran mayoría de aparatos electrónicos, y como su nombre sugiere, está causado por las bobinas electromagnéticas. Estas bobinas tienen una determinada frecuencia de resonancia cuando trabajan de manera conjunta con el resto del circuito eléctrico, así como una resonancia a la que tenderá a vibrar físicamente, generando ese incómodo ruido agudo que puede ser escuchado incluso sin necesidad de altavoces (con pegar el oido a la caja mientras jugamos lo oiremos). Por tanto, para evitar el coil whine, podemos:

Enchufar el jack a otro conector

Aunque siempre obtendremos mayor calidad con la toma de audio de la tarjeta de sonido de la placa base, por pura distancia podemos probar a conectar el cable al puerto jack del frontal de la caja del PC, ya que la mayoría de cajas suelen incluir tanto un jack de entrada para auriculares como otro para el micrófono.

Instalar una tarjeta de sonido interna

Al haber mejorado tanto la calidad de las tarjetas de sonido de la placa base, es raro ver un ordenador con una tarjeta de sonido dedicada. Instalar una tarjeta de sonido es algo tan sencillo como enchufarlo a un conector PCI de nuestra placa base. El problema es que necesitamos una de buena calidad y que esté aislada de los ruidos que pueda generar la tarjeta gráfica. Uno de los modelos que podemos equipar en nuestro PC es la Creative Sound Blaster Z, con un DAC que permite audio de 24 bits y 192 kHz.

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Utilizar una tarjeta de sonido externa por USB

Una solución radical y que seguramente solucione todos nuestros problemas de coil whine es utilizar una tarjeta de sonido externa, lo cual es lo más cómodo si no queremos abrir el PC o utilizamos un portátil. Tenemos tarjetas estéreo por apenas 8 euros que transformarán en digital todo el sonido que venga del ordenador, eliminando todo tipo de interferencia, así como otras 7.1 por apenas 23 euros. Utilizar un amplificador externo de marcas como Yamaha u Onkyo también puede ser una opción.

Utilizar altavoces o auriculares USB

Otra opción es comprar altavoces o auriculares que ya vengan con conector USB. Lo que suele ocurrir en la mayoría de estos casos es que estos dispositivos incluyan la propia tarjeta de sonido a través del cable USB. Los auriculares USB suelen incluir además opciones de 7.1 virtual, junto con controles en el propio cable.

Experiencia personal cambiando conectores analógicos por digitales: adios al ruido

En mi caso, hace unos años utilizaba unos auriculares conectados al conector jack frontal de mi ordenador, con lo cual oía el coil whine cuando estaba jugando, lo cual era bastante incómodo. Por ello, decidí que los próximos auriculares que me comprase iban a ir a través de USB (en concreto, unos HyperX Cloud II), de tal manera que sea el cable el encargado de gestionar el sonido, eliminando así todo tipo de interferencias de la tarjeta gráfica y escuchando un perfecto silencio.

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Con respecto a los altavoces, en el pasado Black Friday me compré un equipo Onkyo con amplificador (Onkyo HT-S3800), el cual conecto a través del cable óptico a mi placa base. Gracias a esto, todas las interferencias también desaparecieron de mis altavoces, los cuales eran los que más fuerte las recibían de la tarjeta gráfica al quedar prácticamente al lado en la placa base. También se puede utilizar la tarjeta gráfica como fuente de sonido a través del puerto HDMI de la misma y con el HDMI ARC del amplificador, aunque en mi caso prefiero el cable óptico para poder usar el DTS Connect.

 

Fuente: adslzone