El mercado de la RAM es uno de los más volátiles a nivel de componentes, y su precio puede llegar a duplicarse en cuestión de meses por diversos factores. Por ejemplo, en septiembre de 2013 el precio de la RAM se duplicó por un incendio en una de las fábricas de memoria más importantes del mundo, en Hynix, lo cual redujo la oferta, provocando un aumento de los precios. Este hecho queda en algo nimio si comparamos la crisis que sufrió la memoria RAM en el año 1988, y que sirvió de precedente para entender cómo funcionaba el mercado de la electrónica y de los componentes.

El mercado de los ordenadores pasó por una crisis en 1985 que hizo que los precios de la memoria RAM cayeran en picado a precios mínimos. En enero de ese mismo año, 256 KB de RAM costaban 8,95 dólares. En septiembre, nueve meses después, el precio pasó a ser de 2,95 dólares. El precio por 1 MB de RAM cayó de 300 a 133 dólares en dos años.

Las causas de esto fueron dos: una grave disminución en la demanda de memoria RAM, unida con un exceso de producción de este tipo de memorias. Es decir, lo que se conoce como una crisis de sobreproducción. En 1985 había una gran cantidad de fabricantes luchando para intentar aumentar su cuota de mercado fabricando grandes cantidades de memoria. La reducción de la demanda provocó que se quedaran sin vender grandísimas cantidades de RAM. Los fabricantes las vendían a cualquier precio con tal de quitárselas de encima.

Primer conflicto comercial de EE.UU. con Japón desde la WWII

Japón aprovechó para imponer aranceles a las memorias que provenían de Estados Unidos. Junto a esta medida también empezaron a llenar el mercado americano de memoria RAM japonesa, lo cual tenía como objetivo hacer que muchas empresas americanas fueran a la bancarrota para quitarse rivales en el mercado.

El por entonces presidente Ronald Reagan tomó medidas contra Japón, duplicando el precio de cualquier producto electrónico que proviniera de Japón desde 1985 a 1987, siendo esta la primera vez que Estados Unidos tomaba medidas comerciales contra Japón desde la Segunda Guerra Mundial.

La posterior disminución de fabricación de la memoria DRAM (dinámica) también afectó a las consolas de videojuegos, pero no tanto como la bajada de la memoria SRAM (estática), utilizada para guardar partidas en los cartuchos de videojuegos. Los fabricantes japoneses se lanzaron al mercado de la memoria DRAM, que era más rentable, y dejaron de lado la de la SRAM, provocando que varios juegos, como Zelda II: The Adventure of Link se retrasaran en Estados Unidos, así como algunos juegos de Sega.

En julio de 1988 los precios volvieron a aumentar, y desde 1990 los precios han ido (casi) siempre cuesta abajo

A partir de julio de 1988, los precios volvieron a aumentar, llegando a triplicarse en un solo mes, pasando 1 MB de RAM de 199 a 505 dólares. En el caso de las memorias de 256 KB, que ya empezaban a dejar de utilizarse, el coste aumentó de 2,95 da 12,45 dólares. Los precios cambiaban tan rápido que algunos vendedores decidieron publicitar sus productos, pero no publicar los precios, ofreciéndolos sólo bajo llamada.

A partir de 1990, los precios de la memoria RAM volvieron a bajar gracias a los nuevos procesos de fabricación, que permitieron aumentar masivamente la capacidad de las memorias RAM, pasando en dos años a tener memorias RAM de 4 MB por 200 dólares. A partir de 1990, el precio y capacidad de la RAM ha ido disminuyendo sin parar, con unas cuantas excepciones.

Como comentábamos al inicio del artículo, en 2013 el precio de la memoria RAM se duplicó por falta de producción. Un caso similar ocurrió en la isla de Penang, en Malasia en 1995, donde estuvieron tres semanas sin suministro eléctrico y con las fábricas paradas. Sin ir más lejos, este año 2016 el precio de la memoria RAM también ha aumentado un 20%.

La de este año tuvo que ver con una explosión en China en Xi’an de una central eléctrica, provocando problemas de fabricación en memorias flash. Junto a otro fallo eléctrico en Korea, estos problemas han provocado un aumento de precio en las memorias DRAM, al igual que las propias DRAM provocaron un aumento de precio en las SRAM a finales de los 80.

Por suerte, en la actualidad el precio de la memoria RAM es muchísimo más bajo que en esos años, y mientras 1 MB de RAM costaba 500 dólares en 1988, ahora costaría 0,3 céntimos, habiendo módulos de 8 GB de RAM por menos de 60 euros. Cuando hay problemas de escasez de chips en la actualidad, la industria pasa a fabricar nuevos módulos con nuevos procesos más eficientes. En la actualidad, fabricar un módulo de 8 GB de RAM lleva unas pocas horas, mientras que en los años 80 se tardaban 4 meses en hacer un módulo de 1 MB.

 

Fuente: Motherboard | adslzone