El modo HDR de las cámaras toma varias imágenes de manera rápida y las junta mediante software, de tal manera que la escena queda iluminada de manera más homogénea. En otras palabras, el HDR busca reducir al máximo la diferencia de iluminación entre la parte más iluminada y la más oscura de una imagen en un momento determinado. Esto hace que el rango de color y el contraste del color sea mayor.

Son todavía pocas las televisiones que son compatibles con HDR en la actualidad, y conforme avancen los años, se irán asentando las televisiones con esta tecnología, al igual que ya han hecho las televisiones 4K, valiendo algunas ya apenas 400 euros.

¿Cómo se aplica esto a los videojuegos?

Para disfrutar de juegos en HDR tenemos opciones bastante limitadas. Para empezar, necesitamos sí o sí una televisión, ya que no hay monitores compatibles con HDR todavía. Una televisión o monitor 4K necesitará de una potente máquina para poder utilizar videojuegos que alcancen esa resolución, tal y como puede ser un PC de al menos 530 euros o una PS4 Pro. Recordamos que 4K es cuatro veces la resolución que hay en una pantalla Full HD 1080p.

La compatibilidad con HDR en las consolas actuales sólo está presente en PlayStation 4 Slim y PlayStation 4 Pro, así como en Xbox One S y en la futura Project Scorpio. La ventaja de utilizar imagen HDR es que ésta no afecta apenas al rendimiento del juego, de ahí que la hayan equipado también en la PS4 Slim. El problema es que se necesitan 3 cosas: Una TV HDR, una consola compatible con HDR, y un juego que pueda ser renderizado utilizando HDR.

En cuanto al PC, las últimas tarjetas Maxwell y Pascal de NVIDIA, y Polaris de AMD, son compatibles con 4K HDR. El problema es que el único juego compatible en la actualidad con HDR en PC es Battlefield 1, probablemente por el hecho de que los PC se suelen enchufar a un monitor, y poca gente lo usa en televisiones. En los próximos años deberíamos empezar a ver monitores con HDR incorporado.

Casi ningún juego en 4K para PS4 Pro

Mover un juego a una calidad gráfica aceptable en 4K no es algo que se deba tomar a la ligera. A pesar de que PlayStation 4 Pro es compatible con juegos en 4K, sólo unos pocos son compatibles de momento. El port de The Last of Us puede funcionar a 4K nativos a 30 fps, pero con menor calidad gráfica que en 1080p a 60 fps. Rise of the Tomb Raider también funciona en 4K, y la calidad visual no se ve tan afectada.

La mayoría de juegos funcionarán a resoluciones menores, que se sitúan alrededor de los 2K (1440p). Uncharted 4 funciona a 1440p a 30 fps en PS4 Pro, mientras que Call of Duty: Infinite Warfare va a 2880×1620 a 60 fps.

Estos juegos van reescalados a 4K. Tanto las televisiones como la propia consola utilizan tecnologías de reescalado para mostrar el juego en una especie de pseudo 4K, sin llegar a serlo. Cuando se reescala, lo que se hace es interpolar partes de la imagen mediante un algoritmo, que al final lo que hace es difuminar un poco la imagen. En la distancia de una televisión esto no se nota tanto, pero en un monitor es fatal.

Entre tanta guerra de resoluciones y gráficos, ya comentamos a principios de semana que Sony ha preferido potencia estas cualidades antes que mejorar la jugabilidad, y hacer que 1080p 60 fps sea el mínimo en el que todos los juegos deberían funcionar en PlayStation 4 Pro.

¿Y para películas y series?

En este caso es más sencillo. Netflix es una de las plataformas de contenido audiovisual online más populares en la red, y en los últimos meses está apostando por ofrecer cada vez más contenido en 4K y en HDR. Amazon Prime también ofrece contenido en HDR, y ya hay películas y reproductores 4K HDR (como la Xbox One S, mientras que PlayStation 4 Pro no es compatible con Blu-Ray en 4K por abaratar costes).

De momento, las televisiones actuales se alejan del HDR real

Por último, cabe mencionar que las televisiones HDR actuales no llegan a alcanzar los mejores estándares de color ni la profundidad de 12 bits, que aun así quedaría incluso lejos de lo que ve el ojo humano. Los monitores actuales (algunos) llegan a mostrar colores sRGB, siendo paneles de 8 bits por canal de color. Si elevamos 2 a 8 por los 3 colores primarios (28*3) obtenemos los más de 16 millones de colores de los paneles actuales.

Un panel de 10 bits es capaz de mostrar, en total, mil millones de colores. Es decir, 64 veces más que los monitores actuales. Sólo con un panel de 10 bit se puede alcanzar el estándar Rec. 2020. Y este a su vez queda lejos de los 12 bits, que serían 68.000 millones de colores, lo cual se acerca más al Pointer’s Gamut, que es la cantidad de colores que puede ver el ojo humano.

Si viéramos un panel de alta resolución desde una cierta distancia capaz de mostrar el Pointer’s Gamut, no distinguiríamos la imagen de la vida real. Esto no será alcanzable por lo menos en los próximo

s 10 años. A pesar de que podamos seguir distinguiéndolo, el salto de usar paneles de 8 bits a paneles de 10 bits es realmente significativo, y unido al HDR, tendremos mejor iluminación y colores en las imágenes.

 

Fuente: adslzone