Como muchos, compré una GoPro atraído por los impresionantes vídeos de esquiadores, aficionados al motocross, surferos… y muchos otros deportistas que aparecen en impresionantes tomas no sólo por la calidad que tienen al practicar estos deportes, que ya es un punto en favor del marketing de GoPro, sino también por la enorme calidad de imagen de esos vídeos. Y no hablo de pantallas 4K de última generación, sino televisores estándar con resolución 1080p y, atentos a esto, AMOLED. Y resalto esta tecnología porque, como todos sabréis, los azules pecan de no ser fieles a la realidad, entre otros matices.

Los vídeos de GoPro hay que mirarlos con ojo crítico

Justo a continuación os dejaré un vídeo filmado con dos GoPro y no de la última generación, sino anteriores. El primer detalle al que debemos atender es que está grabado con dos videocámaras, no sólo con una. Ahora bien, este no es un vídeo promocional de la propia marca, sino un vídeo grabado por un grupo de amigos que han ido de viaje de nieve, sin más.

El vídeo anterior está editado, y muy bien editado para cualquiera que no haya tocado software de edición de vídeo en su vida. Si es tu caso, tranquilo, porque GoPro te ofrece su propio software de edición de vídeos. Y si eres un experto en este campo, probablemente irás a programas mucho más completos, porque lo cierto es que te hará falta. Claro, hablamos de que te será necesario si quieres la misma calidad que los vídeos promocionales, o al menos que se acerque mínimamente. Y justo a continuación, podéis ver un vídeo sin editar grabado con una única GoPro.

Lo primero que sí debemos aclarar es que el primer vídeo está grabado en exterior, lo que es un punto favorable para la calidad de imagen, puesto que se elimina el grano en gran medida, entre otras cosas.

Tus vídeos no van a ser tan dinámicos

Rescatamos la primera puntualización para recordar que si quieres varios planos, necesitas varias cámaras. Es decir, difícilmente podrás conseguir vídeos entretenidos y llamativos con una única videocámara. Evidentemente, también puedes hacerlo, pero la gracia está en cambiar el plano durante un mismo momento de acción, puesto que aquí es donde GoPro comienza a enamorarnos con sus vídeos promocionales. Estamos hablando de videocámaras de acción, y la acción se graba con dinamismo, un dinamismo que sólo vamos a conseguir con más de una videocámara, más de un plano.

Cuidado con tu GoPro y los mareos

En términos de estabilización de imagen, el reducido cuerpo de una GoPro no incorpora en su interior un sistema de estabilización óptica. Podemos hacer un tratamiento digital a posteriori y, probablemente, conseguiremos buenos resultados. Ahora bien, un vídeo en bruto recién salido de una GoPro, realmente marea. Si la montas en el manillar de tu bici, o en un esquí, por ejemplo, podrás comprobarlo.

La solución que te queda es la estabilización física de la cámara. Ahí está el secreto de los vídeos con palo selfie, en los que nuestro propio vídeo estabiliza la cámara absorbiendo los movimientos como si fuera un sistema de suspensión, igual que ocurre cuando la montamos sobre nuestra cabeza, aunque en menor medida. Por lo tanto, cuenta con que si no hay edición, habrá mareo.

Un sensor tan pequeño… una imagen tan mala

Que sí, que hay sensores pequeños de excelente calidad, pero lo cierto es que con las GoPro no es este el caso. Al menos si ponemos en una balanza la calidad de imagen y el precio. Sin duda, cuestan demasiado para la calidad que ofrece su sensor y su procesador de imagen. Precisamente por eso, en el mercado hay videocámaras alternativas con prácticamente los mismos componentes, mucho más económicas y similar calidad de imagen.

Compré una GoPro Hero3+ Black Edition enamorado de los vídeos oficiales de la marca. Calidad, dinamismo… realmente llamativos.

La luz satura fácilmente el sensor con destellos de blanco absoluto, algo que notaremos más en tomas regulares con luz directa sobre superficies blancas, por ejemplo. Y cuando hablamos de tomas a poca luz, similar calidad a la de un móvil. Rápido vamos a ver aparecer grano en nuestras tomas, y si aparece este grano nos costará mucho más sacar una calidad decente en la post-producción, es decir, la edición de nuestro material. La precisión en la captura de colores es decente, y esto es muy sencillo de corregir con herramientas de software.

Tápate los oídos, que está grabado con una GoPro

Una cámara que resiste hasta 60 metros bajo el agua, o 40 metros en el caso de los últimos modelos, necesita una protección bastante potente. La carcasa de tu GoPro es el peor aliado de un buen audio, y lo notarás perfectamente cuando haya el más mínimo roce contra la misma. Además, si la tienes montada –la carcasa-, toda grabación de sonido se escuchará con pésima calidad, pero tampoco vamos a ganar mucho si retiramos la carcasa, puesto que el micrófono de GoPro es deficiente en todos los sentidos. La clave, en este caso, es utilizar una grabadora externa y montar el sonido en la edición, de forma que conseguiremos una calidad mucho mejor.

¿Por qué se ven así los vídeos oficiales?

Esa es la clave. Tenemos vídeos grabados con GoPro de una calidad realmente impresionante, y nuestros vídeos sin editar no ofrecen la misma calidad ni por asomo. Pues la clave está en que detrás de esa simple videocámara de 300, 400 ó 500 euros hay un equipo mucho más caro para cuidar la iluminación, el sonido, la estabilización de la imagen… De esta forma, el vídeo en bruto es de mucha mayor calidad, y por si fuera poco, a posteriori hay un trabajo profesional de edición de las imágenes, algo que probablemente tú no puedas cumplir.

 

Fuente: adslzone