Una de las principales razones por las que los ordenadores portátiles se calientan es porque los sistemas de refrigeración son más limitados que los de una torre convencional, todo ello a pesar de que el consumo energético de sus componentes sea menor. Los tres principales componentes a los que afectan las altas temperaturas veraniegas son el disco duro, el sistema gráfico y el procesador del sistema, que son precisamente tres de los que más influyen en el rendimiento del equipo. Por lo tanto cuando su temperatura sube, para proteger al equipo automáticamente bajan su velocidad de proceso, algo que puede resultar desesperante.
Tenemos soluciones tanto a nivel de hardware como a nivel de software para paliar estos inconvenientes. En el primero de los casos, una de las soluciones se basa en la compra de una base de refrigeración, componente que encontraremos prácticamente en cualquier tienda de elementos electrónicos o grandes superficies por un precio de entre 15 y 40 euros aproximadamente.
Estos sistemas de refrigeración basan su funcionamiento en dos factores, en primer lugar elevan, generalmente de manera gradual y configurable por el usuario, la parte de abajo del portátil separándola de la superficie de apoyo y de ese modo permitiendo que el aire circule por debajo. Del mismo modo y para mejorar el enfriamiento, estas bases disponen de sus propios ventiladores disminuyendo la temperatura en esa zona. Suelen alimentarse a través de un puerto USB y el ruido no es molesto en la mayoría de los modelos.
Otro sistema más económico es el de usar unos soportes, cuyo precio ronda entre 1 y 2 euros, que elevan la parte trasera del equipo (algo similar al lo que sucedía en el caso anterior), facilitando el paso del aire. Evidentemente este sistema es menos efectivo que el anterior.
Los usuarios más avanzados podrán, siempre con mucho cuidado, realizar una limpieza interna de las rendijas de refrigeración y componentes del portátil. Para ello tendrán que retirar partes del chasis de la parte inferior de la máquina y eliminar el polvo que posiblemente se haya acumulado en estas rendijas, en los ventiladores internos de refrigeración o en algunos componentes. Este es un proceso algo más delicado, por lo que si no tenéis demasiada experiencia, es aconsejable acudir a un profesional.
Alternativas software
Uno de los programas más habituales que mide la temperatura de los diversos componentes de tu equipo para de ese modo saber realmente dónde se haya el problema del sobrecalentamiento es HWMonitor, software que mide la temperatura y voltajes de la mayoría de los componentes de tu portátil así como la velocidad a la que están funcionando los ventiladores internos.
Por otro lado nos encontramos con SpeedFan, programa que además de realizar algunas mediciones como las anteriormente mencionadas, permite que el usuario modifique la velocidad de los ventiladores dependiendo de cada momento. Otra alternativa software la encontramos con el programa CrystalCPUID, que se encarga de realizar una medición bastante avanzada del funcionamiento de la memoria y el procesador donde se incluyen frecuencias, factores de multiplicación, arquitecturas o posibilidad de overcloking. Todos estos valores pueden ser modificados por el usuario, disminuyendo su rendimiento en este caso para evitar el calentamiento, aunque os recomendamos que antes de tocar estos valores, tengáis ciertos conocimientos previos de estos temas.
Otra de las recomendaciones que os hacemos es bajar el brillo de la pantalla en los meses de más calor, usar el rendimiento máximo del procesador tan solo en aquellos momentos que lo requieran o evitar usar el equipo en los momentos del día de más calor. Hay que tener en cuenta que llevar a cabo todas las tareas mencionadas hasta el momento, además de ayudar a que el rendimiento del sistema no disminuya, probablemente aumente la vida útil de nuestro portátil, ya que sus componentes estarán siempre mejor cuidados y su funcionarán correctamente durante más tiempo.
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Fuente: adslzone
