Bajo el nombre Hero+ LCD llega el nuevo modelo de GoPro, con un precio de 300 dólares y carcasa resistente al agua no extraíble. Este modelo incorpora conectividad WiFi y Bluetooth para su control remoto y se diferencia del modelo básico, además, por la incorporación de una pantalla LCD. Por otra parte, su sensor es de 8 megapíxeles, un paso intermedio entre la GoPro Hero4 Silver y el modelo Hero de entrada. Llegará al mercado el 12 de julio.

Espiar a un usuario de GoPro es “demasiado fácil”

En otro orden de cosas, según una compañía dedicada a la seguridad, tomar el control de una GoPro para espiar a su propietario es “demasiado fácil”. Según muestran, se puede obtener acceso a una cámara GoPro para ver o escuchar a su usuario, así como ver y eliminar vídeos ya grabados por el mismo. GoPro, no obstante, se ha defendido explicando los motivos por los que han conseguido este acceso no autorizado.

Aunque la videocámara esté apagada, gracias al control remoto mediante conexión WiFi se puede espiar al propietario de la misma. Ahora bien, antes de ahondar en lo descrito por la compañía de seguridad, es necesario aclarar que la señal WiFi es limitada, por lo que el acceso no autorizado a nuestra videocámara se tiene que producir en un radio de distancia muy limitado.

Lo que explican desde la compañía de seguridad es que “hackear” una GoPro es realmente sencillo mediante un ataque de fuerza bruta -desde el PC- para encontrar su contraseña WiFi, para lo cual existen cientos de programas. Una vez hecho esto, es decir, adivinada la contraseña WiFi que protege la GoPro, ya se puede tener acceso completo a sus opciones, así como a su memoria interna desde un teléfono inteligente o una tableta. Un problema similar al de las webcam, y que afecta a las GoPro por sus posibilidades de conectividad.

GoPro se defiende: Sus videocámaras son seguras… si se utilizan bien

GoPro se ha defendido recordando que utilizan la seguridad WPA2-PSK para las claves del WiFi de estas videocámaras. Por otra parte, desde la compañía han explicado que se exige una contraseña de, como mínimo, 8 caracteres de longitud. Y, por otra parte, han señalado que  la facilidad para “hackear” una GoPro depende directamente de la contraseña que establezca el propio usuario.

Lo que sí es cierto, en un punto intermedio entre la firma de seguridad y GoPro, es que el fabricante de videocámaras quizá debería plantearse exigir la utilización de combinaciones alfanuméricas y al menos una mayúscula. Es decir, además de utilizar un estándar de seguridad potente como el que ya usan, obligar a utilizar una contraseña segura.

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Fuente: BBC | adslzone