Cerrar un nombre para esta segunda iteración de las Google Glass es aventurarse, puesto que no se conoce. Tampoco se conocen sus características técnicas, ni su diseño, ni sus posibilidades. Ahora bien, ya sabemos la clave para comprender por qué esta vez sí querremos ponernos las gafas inteligentes de Google. Cuidado, que hay lugar para el error, pero la compañía Google se ha tomado por compañero de viaje, esta vez, un buen seguro de vida. Luxottica, que mantiene la propiedad de reconocidas marcas como Oakley o Ray-Ban, liderara algunos procesos de desarrollo de las nuevas Google Glass.

Por qué ahora sí querrás ponerte las Google Glass

Asociarse con esta compañía significa garantizarse un diseño atractivo para su gadget. Google ha dado con la clave. Pocos son los que están dispuestos a montar sobre su cabeza un dispositivo “geek” que pareciera recién salido de una película de ciencia ficción. No, básicamente porque las gafas son un artículo de moda, un accesorio diferenciador que define en cierto modo a quien las lleva. ¿Que son inteligentes? Vale, pero eso es secundario. Y esta vez los diseñadores de Ray-Ban y Oakley están al frente de Google Glass.

Por qué ahora sí podrás comprarte las Google Glass

¿Quién dijo que las gafas eran baratas? Quizá la montura sí, al menos en algunos casos, pero los cristales no son económicos. Y si hablamos de gafas de sol, el capricho asciende a las tres cifras muy fácilmente. Pero, recordemos que estábamos ya hablando de un accesorio de diseño, no de un wearable inteligente. Ahora es cuando las Google Glass acercan sus posturas al Apple Watch. Y, ¿qué está ocurriendo con el reloj de Apple? Que se está “vendiendo solo”. Por lo tanto, aunque no se espera que sean baratas, introducir a Luxottica en el desarrollo de las mismas hace evidente que estas gafas sí “saldrán a la calle”, no como la generación anterior atada al plan “Explorer” previo pago de 1.500 dólares.

 

Fuente: WSJ | adslzone