¿Sabías que las consultas a causa de pérdida de audición son cada vez mayores y en personas más jóvenes? Esto se debe, entre otros motivos, a la reproducción de música y otro tipo de contenido multimedia a través de los auriculares, generalmente en el uso de teléfonos inteligentes y tabletas. Pues bien, aunque no es difícil alcanzar la “fatiga auditiva” por el uso prolongado de este tipo de hardware de reproducción de audio, siempre hay algunos aspectos que podemos tener en cuenta para cuidar nuestra salud auditiva.

Los auriculares comercializados de la mano de teléfonos inteligentes pasan los estándares de calidad europeos, en el caso de que no hayamos comprado el dispositivo de importación. En este caso, debemos estar atento porque los requerimientos para el hardware no son los mismos y, por lo tanto, es posible que los fabricantes chinos no cuiden el detalle de la misma forma. Hay varios factores fundamentales que determinan en qué medida el auricular cuida nuestra salud auditiva, pero los principales son los siguientes:

  • Forma: Aunque cada vez están más de moda los modelos intrauriculares, los que se meten hasta el fondo del canal auditivo, esta forma no es recomendable debido al mayor impacto que el sonido causa sobre nuestros órganos dedicados a la audición. Por ello, se recomienda el uso de modelos circumaurales y supraaurales.
  • Material: Hablamos de un hardware que se introduce dentro de nuestro canal auditivo, o que se sitúa muy cerca del mismo. Por lo tanto, es fundamental que el material no sea agresivo con la zona, por lo que los plásticos duros están completamente desaconsejados, siempre que no estén cubiertos con algún material más suave y blando.
  • Potencia (volumen): A todos nos encanta, en algunos momentos, poner la música ‘a todo trapo’. Y a los que no les gusta, seguro que alguna vez han tenido que ponerlo al máximo en el tren, el bus o el metro. Pues bien, será mejor que no lo hagáis, porque en ese caso estaréis más próximos a la “fatiga auditiva”, que prolongándose puede derivar en problemas auditivos para toda la vida. En este sentido, los auriculares deben estar “limitados” según la normativa europea, al igual que la potencia máxima de salida del teléfono inteligente, tableta o dispositivo multimedia.

Teniendo en cuenta los factores anteriores, coincidiremos en que la gran mayoría de los auriculares incluidos con los teléfonos inteligentes y tabletas no cumplen con los requisitos de forma y material, siendo muchos de ellos de plástico duro e intrauriculares. Ahora bien, no son los únicos factores que nos llevan a plantearnos dejar de utilizarlos, sino que también está el factor “calidad”.

¿Cuál es la calidad de mis auriculares?

Por calidad, ahora sí, nos estamos refiriendo a la calidad de sonido que desprenden, que puede intuirse según las especificaciones técnicas que ofrece el fabricante. ¿Alguna vez habéis visto en la caja de vuestro nuevo teléfono inteligente las especificaciones técnicas de los auriculares que incluye? Era una pregunta retórica. Para conocer la calidad de sonido de este hardware, debemos atender principalmente a las siguientes cuestiones:

  • Cancelación de ruido: Algunos auriculares, al ser utilizados, evitan que escuchemos lo que hay a nuestro alrededor. No se trata de aislarse con la música, sino de evitar una potencia excesiva. Por lo tanto, si nuestros auriculares tienen algún sistema de cancelación de ruido, entonces necesitaremos menos potencia -volumen- durante la reproducción de música, por lo que nos expondremos en menor medida a la fatiga auditiva.
  • Frecuencia: Es el espectro de frecuencias que puede reproducir el auricular, y de él depende que ciertos sonidos, graves o agudos, sean reproducidos y podamos escucharlos. Cuanto más amplio, mejor, aunque algunos auriculares tienden a cierto grupo de frecuencias, y lo que buscamos es un equilibrio dentro del rango 20 Hz y 20 000 Hz, el que es capaz de escuchar el oído humano.
  • Impedancia: Determina la resistencia al paso de la corriente eléctrica y, por lo tanto, el volumen que prestarán. Si su impedancia es baja, podremos utilizarlo en equipos como teléfonos inteligentes o tabletas, pero si su impedancia es elevada es recomendable utilizar un sistema de amplificación.
  • Decibelios: Se recomienda no utilizar auriculares que superen los 110 dB, aunque los encontraremos con valores más elevados. Esta característica determina el volumen con que escuchamos los sonidos reproducidos.

Por otra parte, y aunque a veces tampoco lo muestran los fabricantes de auriculares, es importante atender al tamaño del propio altavoz -el diámetro de la membrana- y el material de los imanes que provocan el movimiento de la misma.

 

Fuente: adslzone