La tecnología avanza, es un hecho. Y se trata de un hecho del cual, en cierto modo, debemos estar “agradecidos” o, más bien, “satisfechos”. Sin embargo, cuando hablamos de este avance en relación con la tecnología, a muchos les tenderá el pensamiento hacia la “obsolescencia programada” y conceptos poco distantes. En cualquier caso, acerca de lo que nos ocupa en estas líneas, los televisores de plasma, ya comenzamos a tener noticias de que pronto, muy pronto, los principales fabricantes abandonarán definitivamente su producción.

Los televisores de plasma, una tecnología “obsoleta”

Aunque pueda parecer extraño, muchos lectores se sentirán identificados si afirmo que aún no todos nos hemos pasado a las “pantallas planas” y, todavía, se mantienen en muchos hogares los televisores “de tubo”. También es cierto, en este sentido, que la mayoría de los televisores principales de nuestros hogares son ya de los “planos”, sea cual sea la tecnología del mismo.

Las pantallas de plasma se han estado utilizando -y se mantienen hasta dentro de poco tiempo-, principalmente, en televisores de gran formato, es decir, entre las 37 y las 70 pulgadas de diagonal, aunque también están presentes en formatos más reducidos. Uno de los principales problemas de esta tecnología es las altas temperaturas que alcanzan los dispositivos que la incorporan, lo que supone un contratiempo para largos períodos de uso. Y es que en su interior nos encontramos con diminutas celdas entre dos paneles de vidrio que contienen una mezcla de diferentes gases nobles. Esta mezcla de gases, gracias a la electricidad, se convierte dentro de estas celdas en plasma, el cual emite luz.

Sin embargo, a pesar del “problema” que anteriormente señalábamos, las pantallas de plasma presentan grandes ventajas con respecto a la tecnología LCD. Entre ellas, nos encontramos con un mayor ángulo de visión con una mayor cantidad de colores que son más reales y suaves, además de que muestran un elevado contraste. Por otra parte, el tiempo de respuesta es nulo, además de que en su interior no contienen mercurio.

Mientras que algunos fabricantes ya han dejado atrás esta tecnología, y entre ellos nos encontramos a Panasonic, hay otros que continúan manteniendo la producción de pantallas de plasma. Samsung, uno de los fabricantes que continúa fabricando pantallas de plasma, muestra ya signos de “imitar” a Vizio y Sony, que también abandonaron la producción de esta tecnología. Con respecto a la surcoreana, se espera que antes de 2015 deje de producir su línea F8500.

 

Fuente: The Verge | adslzone