Parecía que el mayor problema de la operación era la reticencia de Telefónica a revender parte de los contenidos audiovisuales de Canal+ a la competencia pero la realidad es que los puntos de fricción entre la operadora y la CNMC son otros. Según leemos en elEconomista, las condiciones que quiere fijar el regulador español no son del agrado de Telefónica ni tampoco de los operadores alternativos. Donde se produce el choque es en la comercialización de la televisión de pago con otros servicios como es el acceso de fibra óptica.

Aunque el consejo de la CNMC prevé autorizar la compra a finales del mes de abril o principios del mes de mayo, falta por concretar y cerrar las condiciones de la operación. Estas son ineludibles para Telefónica, que por el momento no está muy conforme con el avance de las negociaciones. Según explican fuentes cercanas a la operación, “los remedios de Telefónica no evitan la distorsión del mercado de las telecomunicaciones”.

Mercado mayorista de televisión

Esta compra abre la posibilidad de la creación de un mercado mayorista de televisión como ya ocurre con el ADSL. Esto sería clave para evitar la concentración del sector y permitiría a operadores alternativos, como Vodafone u Orange, acceder a los contenidos de pago de Canal+ para revenderlos de forma independiente o integrarlos en sus paquetes convergentes.

No podemos olvidar que la televisión de pago se está convirtiendo en una parte muy importante de los servicios empaquetados, que tan buenos resultados le están dando a los grandes operadores. Los alternativos a Telefónica no quiere que esta sigue aumentando la distancia al incluir como reclamo los contenidos de Canal+ en su oferta Movistar Fusión.

 

Fuente: adslzone