Según han señalado, esta posición opuesta a la obligación impuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia vendría dada por el peligro que conlleva sobre la rentabilidad de las inversiones del operador. Considera Movistar, por lo tanto, que compartir su red en los municipios estblecidos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia dará como consecuencia un modelo parasitario en torno a la red de Telefónica. Si duda, esto también supondría un grave peligro para los miles de puestos de trabajo creados por la fibra óptica.

El operador de telecomunicaciones plantea que el mercado sobre el que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha aplicado esta normativa funciona ya, y está perfectamente demostrado, en libre consecuencia. Tanto es así que los principales operadores tienen proyectado dar cobertura a un 90% de la población española en un plazo de tan solo 4 años. Por su parte, Telefónica tenía planteado alcanzar en 2015 un total de 15 millones de hogares y hasta 20 millones de hogares en 2017, pero según han explicado estos planes podrían retrasarse, especialmente donde está impuesto que comparta su red.

La llegada de ONO a Vodafone ha supuesto para el operador británico un importante paso hacia el frente en este campo, la fibra óptica, y algo muy similar ocurrirá cuando finalmente se lleve a cabo la compra de Jazztel por parte de Orange. Estos dos movimientos, junto con la reventa de fibra óptica tal y como quedó establecida hasta hace unos días, era precisamente como Movistar comprendía la libre competencia, pero según estos cambios contemplan el posible peligro de ser los únicos que inviertan en el desarrollo de la infraestructura de fibra óptica.

 

Fuente: El País | adslzone