Fusionar operadoras como método de consolidación para llegar a tener una industria más sólida en Europa es el concepto que se está extendiendo desde hace meses. Una operación de la envergadura de MasOrange, fruto de la fusión entre MásMóvil y Orange, no será, posiblemente, algo tan extraño en el futuro. Y, aunque en este caso se necesitaron dos largos años de procesos hasta producirse la fusión, en el futuro es posible que sean operaciones más sencillas. Al menos si Europa termina facilitando estos procesos.
La Comisión Europea trabaja en ello
El equipo de Teresa Ribera, española que dirige el área de Competencia correspondiente a la Comisión Europea, ha comenzado el proceso que permitirá que se introduzcan modificaciones en las reglas actuales para las fusiones. Para ello, ha lanzado una consulta pública que tiene como objetivo llegar a conclusiones que influyan en la modificación de estos reglamentos que se actualizaron por última vez en 2004 y 2008.
Como era de imaginar a la vista del interés que han manifestado con anterioridad, tanto Connect Europe como la asociación GSMA, en la que se engloban gran parte de las telecos, se han pronunciado al respecto. Y lo han hecho con la intención de solicitar a la CE que haga “una reforma integral del reglamento de fusiones”. Hacen especial hincapié en la importancia de que el reglamento se modifique teniendo en cuenta los beneficios que tendrían las fusiones “en términos de inversión, innovación y resiliencia”.
Al mismo tiempo que solicitan estos cambios, insisten en su comunicación a la Comisión Europea en que los planes actuales que existen para hacer una revisión de las directrices de las fusiones “son insuficientes”. En añadido a esto, mencionan que lo que tiene que hacer la Comisión Europea es una reorientación del enfoque por el que están optando. Para ello, les solicitan que dejen de lado aquellas soluciones “que destruyen valor”, para que se concentren en las que garanticen “la creación de valor”. También remarcan lo importante que es que tengan la oportunidad de consolidar para que las telecos lleguen a alcanzar niveles de inversión en conectividad superiores a los actuales.
Reflejándose en Reino Unido
Las telecos europeas quieren que la Comisión Europea se fije en lo que ha ocurrido recientemente en Reino Unido, donde la CMA, el organismo de Competencia de territorio británico, ha autorizado la fusión entre Vodafone y Hutchison. El acuerdo entre las dos entidades se cerró el 31 de mayo de 2025 y significó un momento de una importancia extrema para el sector teleco en Reino Unido. No obstante, incluso conociendo que se trataba de una operación de gran envergadura similar a la de MasOrange, las autoridades británicas no pusieron tantos obstáculos ni problemas para que se llevara a cabo.
La fusión entre Vodafone y Hutchison significó que la cifra de operadores móviles pasaría de cuatro a solo tres, algo similar a lo que podría ocurrir en España si finalmente se materializa la hipotética compra de Vodafone por parte de Telefónica. Se trata de un tipo de operación crítica que ha creado la operadora líder por volumen de clientes en tierras británicas, pero sin que esto haya significado tener que pasar por un proceso tan exigente como el que tuvieron que afrontar MásMóvil y Orange. Las facilidades que han encontrado Vodafone y Hutchison han sido críticas para la viabilidad de una operación que tendrá muchos efectos positivos en la industria teleco británica.
Tras la fusión, a lo que sí se ha comprometido la operadora resultante ha sido a aumentar la inversión en despliegue de 5G rural, proporcionando un claro beneficio para la población. Esto es algo que remarcan las asociaciones de telecos y que son conscientes de que podría ser muy beneficioso para todos los países de Europa. También explican que la Comisión Europea no debe presuponer que dar vía libre a fusiones más sencillas vaya a significar de manera inevitable que aumenten los precios de los servicios. Especifican cómo las fusiones ayudarían a “impulsar la innovación y la calidad” y le recuerdan a la CE que no está teniendo en cuenta “la importancia de la escala y los incentivos a la inversión para el crecimiento y la productividad en ciertos sectores”.
Si bien parece que el proceso todavía va a ser largo, por el momento la Comisión Europea ya está moviendo hilos con esta consulta pública y preparándose para un posible cambio en los reglamentos en un futuro cercano. Ese tipo de cambio será una buena noticia para todas las telecos de Europa y, en especial, para aquellas que están planeando consolidar en sus respectivos países antes de comenzar a consolidar globalmente en el continente.