El sector español de las telecomunicaciones está a punto de tener uno de sus grandes puntos de inflexión. El pasado martes, el Consejo de Ministros aprobó la fusión de Orange y MásMóvil, dando luz verde a la que será la nueva teleco líder nacional en número de clientes y cobertura de banda fija y telefonía móvil, desbancando a Telefónica. La medida llega después de que el pasado 20 de febrero la Comisión Europea también diera su visto bueno y, con ella, se inicia el tramo final para llevar a cabo todos los trámites que resulten necesarios hasta cerrar la operación este mismo mes.

El propio Ejecutivo tildó de “ambicioso” el plan industrial resultante de la fusión, al mismo tiempo que afirmaba que “hay compromisos de mantenimiento de empleo suficientes”. La incógnita, ahora, es saber qué ocurrirá con las 21 marcas que tendrán que coexistir hasta que se tome una decisión al respecto.

Un amplio portfolio

Tanto MásMóvil como Orange han realizado, durante los últimos años, varias adquisiciones y reestructuraciones que les han permitido hacer de paraguas de multitud de marcas. En el caso de MásMóvil, comenzó con las adquisiciones en el año 2014, cuando el operador cerró la compra de la división de telecomunicaciones de The Phone House y Cable Móvil.

Desde entonces, el operador español ha ido integrando en su catálogo, a través de múltiples compras, un creciente número de marcas. Algunas de ellas, como es el caso de Happy Móvil, han tenido que cerrar. Pero muchas otras se han mantenido hasta nuestros días. Actualmente, cuenta con un total de 18 firmas: Cable Móvil, Embou, You Mobile, Yoigo, Pepephone, LlamaYa, Lebara, Hits Mobile, Netllar, Lycamobile, Guuk, Oceans, Ahí+, Euskaltel, R, Telecable, Virgin y la propia MásMóvil.

Orange, por su parte, no ha sido tan activa como la anterior. En este caso, nos encontramos con un total de tres marcas: la propia Orange, Simyo y Jazztel. A lo largo de los años, también han formado parte del grupo Amena y República Móvil. Sin embargo, actualmente ambas marcas ya no se encuentran operativas.

El futuro de las 21 marcas

Una vez hemos analizado la trayectoria de ambas compañías hasta llegar a la situación actual, el siguiente punto de análisis es conocer qué va a ocurrir exactamente con el conglomerado de firmas que ambas compañías van a sumar una vez la fusión se haga realmente efectiva.

Actualmente, ninguna de las dos empresas implicadas en esta operación han informado sobre las medidas que podrían tomar una vez el gobierno diera la luz verde definitiva a la fusión. Sin embargo, probablemente uno de los primeros pasos será analizar si alguna de las compañías mencionadas previamente se dirigen a un mismo público y, una vez identificado, discernir qué acciones tomar al respecto. Que, probablemente, tenga como consecuencia una reducción de las marcas presentes.

Como usuarios, no deberíamos preocuparnos. Comprobando algunas acciones similares que se han producido en el pasado, si nuestra compañía desaparece con la fusión, los usuarios son migrados a otras firmas que se ajusten al mismo segmento que la operadora desaparecida, por lo que no existiría ningún problema al respecto. En el año 2021, por ejemplo, cuando Orange eliminó República Móvil, los usuarios de esta última pasaron a formar parte de Simyo, pero la operativa no se vio interrumpida en ningún momento.

Sin embargo, a merced de las palabras del Gobierno, en las que afirma que existe un compromiso por mantener los puestos de trabajo, todo parece indicar que no encontraremos ningún cambio notable en un breve lapso de tiempo y que, al menos en una primera fase, se apostará por mantener, en la medida de lo posible, la máxima continuidad a todas las operadoras mencionadas previamente. Hasta poder dar un paso más allá y comenzar con el proceso de reducción que podría darse en un medio y largo plazo.

 

Fuente: adslzone