El año pasado, Movistar llevó a cabo un cierre masivo de centrales de cobre, dejando pocas más de 5500 en funcionamiento, las cuales irá cerrando poco a poco hasta 2026, fecha límite en la que se desmantelará la última central de cobre de nuestro país y, entonces, será cuando la red telefónica básica, y el ADSL, dejarán de funcionar para siempre.

Pero hay otro operador que le va a adelantar por la derecha en cuanto al cierre de las centrales: Vodafone. El gigante rojo aún tiene en funcionamiento más de 1100 centrales de ADSL y de cobre en nuestro país. Y, obviamente, mantener estas centrales le supone mayor gasto de lo que gana con los abonados que aún la utilizan. Por ello, no va a tardar en echar el cierre.

Vodafone ya apagó más del 90% de las centrales de cobre en los años pasados. Todas las que han cerrado han sido porque todos los usuarios podían pasarse a la red de fibra óptica, una red que, como sabemos, ofrece muchas más capacidades, necesita muchas menos centrales, y es mucho más barata de mantener. Pero aquellos usuarios a los que nos les llegaba la fibra han podido seguir navegando con un ADSL básico, y realizando llamadas por la red de cobre convencional. Hasta este año.

4 meses para el final del cobre de Vodafone

Vodafone ha confirmado que planea echar el cierre a las 1.106 centrales de ADSL que aún tiene en funcionamiento en los próximos meses. En concreto, el operador ha confirmado que el cierre definitivo de todas las centrales tendrá lugar en un plazo máximo de 4 meses. Esto quiere decir que, a partir del 1 de julio de 2024, la red de cobre y ADSL de Vodafone desaparecerá por completo de nuestro país.

La migración del cobre a la fibra óptica no solo implica un ahorro en cuanto a infraestructura y mantenimiento, sino que también supone un ahorro energético, ya que este operador ha confirmado en varias ocasiones que el consumo energético se ha reducido en más de 64 GWh. Además, gracias a estas redes de última generación, los clientes pueden tener un mejor servicio, como mayor velocidad, menor latencia, y productos asociados como, por ejemplo, televisión.

Alternativas

¿Y qué pasa con los clientes que no tengan conexión de fibra y aún dependan del cobre? En ese caso, el operador ofrece algunas alternativas decentes. Por ejemplo, una de las principales es migrar a otro operador. Si Vodafone no ofrece fibra, es fácil que Movistar sí lo haga. Y, en caso contrario, seguramente la red de cobre de Movistar seguirá funcionando, aunque también tiene los días contados.

Otra posibilidad es que los clientes contraten una red de datos móviles, ya sea 4G o 5G, redes que cada vez tienen mayor cobertura. Y, gracias a ellas y a tecnologías como el VoLTE, es posible sustituir a los teléfonos fijos convencionales por esta red.

Por último, si ninguna de las opciones anteriores nos sirve, siempre nos quedará la típica conexión por satélite, ya sea a través de operadores locales, o mediante Starlink, la red de satélites universal de Elon Musk.

Como vemos, el cierre del ADSL es imparable y en cuestión de pocos meses, todos los operadores darán carpetazo final a esta tecnología. ¡Larga vida a la fibra óptica!

 

Fuente: adslzone