Son varios los obstáculos que han superado MásMóvil y Orange para llegar hasta la posición en la que se encuentra la fusión en la actualidad. Aunque la preocupación que supone esta unión no se ha resuelto, y todo porque desde la Comisión no ve con buenos ojos la reducción del número de operadores.

A lo largo de estos 18 meses, ya que se anunció en marzo de 2022 esta operación, ambos operadores han trabajado para sacar adelante esta unión. No solo han tenido que hacer frente al freno de Europa, también de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. A esto hay que sumar la irrupción del gigante saudí STC, que compró el 10% de Telefónica. Una acción que mete presión a Bruselas en su decisión final sobre la fusión.

Los motivos de Bruselas

A finales del pasado mes de julio, la Comisión Europea aplazó de manera indefinida la investigación de la fusión con el objetivo de tener más tiempo para «evaluar el impacto que tiene la operación sobre la competencia». Y es que este aspecto es uno de los puntos que siempre ha preocupado a Bruselas.

En un principio, la fecha para dar luz verde a esta fusión estaba fijada para el pasado día 4 de septiembre. Pero esto es algo que cambió por completo al aplazar de forma indefinida dicha investigación. Por otro lado, Orange ya anunció la reducción de hasta 500 millones de euros su capital con el fin de estar a la par del operador MásMóvil. Un movimiento muy claro para poder esquivar los temibles ‘remedies‘, es decir, esa serie de obligaciones para que se pueda garantizar la competencia. Un ejemplo claro podría ser la venta obligatoria de una parte de sus infraestructuras para que otras compañías puedan explotarlas.

Fusion-Orange-MasMovil

Lo que está claro es que la operación entre Orange y el Grupo MásMóvil cambiará el panorama de las telecomunicaciones en España, si finalmente consiguen que Bruselas apruebe la fusión. Y si al final obligan a los operadores a cumplir esta serie de ‘remedies’, hay operadores que pueden beneficiarse de esta operación, como es el caso de DIGI.

Quién se beneficia

El analista de Scope Ratings, Jacques de Greling, considera que, si la Comisión Europea llegase a exigir la existencia de un cuarto operador móvil en España, «muy probablemente en torno a la filial española de DIGI«. Por lo que Orange y MásMóvil deberían vender parte de su infraestructura de red a la operadora rumana.

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Por esto mismo, uno de los principales objetivos de Orange y MásMóvil es que Bruselas evite los temidos ‘remedies’, para que no se tengan que deshacer de diferentes activos para cumplir con la normativa de la competencia. De ahí que la investigación esté ahora mismo en un callejón sin salida. Y es que se desconoce una fecha aproximada para conocer la conclusión final de la investigación que lleva a cabo la Comisión Europea.

Además de DIGI, también hay otras compañías que ven en esta operadora una oportunidad de futuro, como podrían ser Avatel o hasta Finetwork. Y tampoco hay que descartar otros operadores extranjeros que quieran adentrarse en el mercado español.

La competencia en el punto de mira

Sin duda alguna, lo que más preocupa en Bruselas es la competencia. Y es que esta fusión podría ser un problema para el sector. No es la primera vez que la Comisión Europea rechaza una fusión de estas características.

Ya ocurrió en Dinamarca en 2016, al denegar la unión entre Telia y Telenor. Al igual que surgieron diferentes puntos en contra entre la fusión de O2 y Three en Reino Unido. Y como no, hay que recordar las condiciones que se impusieron en su día con la compra de Jazztel por parte de Orange. Por esto mismo, solamente queda esperar cuáles son las exigencias de la Comisión y, sobre todo, conocer su veredicto final.

 

Fuente: Bolsamanía | adslzone