Como es natural, Movistar realmente está jugando sus cartas y hay un motivo detrás de este discurso con el que trata de que Orange y MásMóvil conserven todos sus activos.

El Juego de Tronos de la fusión Orange-MásMóvil

Está claro que una vez que se produzca la fusión entre Orange y MásMóvil va a cambiar mucho el mercado de las telecomunicaciones en España. La entidad resultante va a ser un auténtico gigante que, de partida, será el número uno en número de clientes, robando la medalla de oro a Movistar.

Entonces, ¿por qué vemos que el operador de Telefónica parece no tener inconveniente en que se realice esta operación contra sus intereses? Puede resultar un tanto extraño que haya sido Bruselas quien haya puesto más ‘pegas’ a esta fusión que uno de sus principales competidores que perderá el liderazgo.

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La respuesta tiene mucho que ver con lo que sucedió a comienzos del mes de agosto de 2023. Movistar perdió en Alemania un contrato mayorista con 1&1 que se acabó quedando Vodafone. Esto tuvo un efecto de pérdida de confianza y la Bolsa española lo castigó hasta el punto de que el título de Telefónica perdió un 8,12% en dos días y aún no ha recuperado el nivel previo (3,82 euros por título) al desplome.

Aquí en nuestro país, el negocio mayorista de Telefónica España supone casi el 20% del ingreso y de los márgenes, así que está ahí la clave de lo sucedido. Los ingresos mayoristas, además, tienen más impacto que los minoristas en su peso en el ebitda. Se debe a que tienen asociados muchos menos costes que los minoristas por lo que su contribución a los márgenes es más pura. En el caso de España, los ingresos mayoristas son muy importantes en la cuenta de resultados de Telefónica, ya que suponen casi el 19% de los ingresos por servicios.

Los grandes beneficiados y perdedores

¿Qué busca Telefónica con las declaraciones sobre dar su posición de que se diera luz verde a la fusión de dos de sus competidores sin condiciones o remedies? No perder el acuerdo mayorista con los operadores que se podrían quedar con dichos remedies: principalmente Digi.

El operador de origen rumano tiene un acuerdo con Movistar por el que estos brindan red móvil y de fibra allá donde no llega la suya propia (cada vez en mayor expansión). El actual acuerdo con Digi finaliza en 2026.

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Si la fusión de Orange y MásMóvil se realiza con obligación de venta de activos y Digi se los queda, siendo el principal candidato con una proyección de 600 millones de ingresos en 2023, por encima sobre todo de Avatel, el otro candidato, tendría infraestructura de Orange a su disposición para poder depender menos de Telefónica o poder presionar con una renovación del acuerdo a la baja, lo que supondría una pérdida de ingresos para Movistar.

Digi, a su vez, no podría permitirse pagar las indemnizaciones por romper el acuerdo y ponerse a utilizar la red de Orange adquirida. Podría solicitar remedies como opciones a futuro, para tener una posición de más fuerza con la que negociar a la baja con Telefónica, pero existe el peligro para la Comisión Europea de que esos remedies nunca lleguen a ejecutarse si finalmente Telefónica alcanzase un acuerdo de renovación con Digi que satisfaga a ambas partes.

 

Fuente: Expansión | adslzone