El mercado español de las telecomunicaciones está en un momento de calma tensa a la espera de que suceda algo que “agite el avispero”. Eso puede ser la concreción de la fusión entre Orange y MásMóvil, pero también que Digi siga robando clientes a cientos de las tres grandes operadoras. Estas deben parar la sangría, y la mejor forma siempre ha sido con ofertas agresivas, que ahora mismo brillan por su ausencia. Para que nos hagamos una idea de la magnitud de la tragedia, ahí van las últimas cifras oficiales.
Un 9,5 % menos de cambios que en 2022
Los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia son una forma perfecta de tener una visión del sector con fecha de febrero de 2023. Por ejemplo, vemos que sumaron 84.711 nuevas líneas de fibra óptica hasta el hogar (FTTH), hasta un total de 13,9 millones. Movistar sigue siendo el operador dominante con 5,1 millones de líneas, o lo que es lo mismo, con el 36,5% del total. Su cuota ha ido cayendo conforme han ido desplegando y creciendo las operadoras rivales.
Precisamente, la fibra óptica hasta el hogar es la tecnología mayoritaria de nuestro país: concretamente, hay contratadas 14 millones de líneas. Con respecto a febrero de 2022, observamos el aumento de 1 millón de líneas FTTH frente a la pérdida de 0,4 millones de las que contaban con tecnología DSL. Es más, tras conocerse el anuncio de Movistar del cierre total de las centrales de cobre en 2024, el ADSL puede darse por muerto oficialmente. Ahora mismo quedan algo más de 600.000 líneas en todo el país.
Por operadores de banda ancha fija, el 75,5 % del total de líneas se concentra en Movistar, Orange y Vodafone. Aún así, el Grupo MásMóvil cuenta con más presencia que la operadora roja al tener el 19,04% de la cuota de mercado frente al 17,61% de Vodafone. El resto de los operadores, como Digi, acaparan el 5,49% del total en España.
Si hablamos de telefonía móvil, tenemos 11.519 nuevas líneas que suman 57,8 millones en total, lo que representa un 3,1 % más que hace un año. Aquí los tres principales operadores son poseedores del 72% de las líneas. De ellos, sólo Movistar ganó clientes en febrero junto a MásMóvil y los OMV. Orange perdió 27.080 líneas y Vodafone se dejó por el camino la friolera cifra de 50.450.
El problema grave viene al ver que se hicieron 505.101 cambios de operador, lo que supone un 9,5 % menos que en el mismo mes de 2022. Los principales inconvenientes para dar el paso que encuentran los usuarios es que no existen ofertas realmente llamativas, como sí había en el periodo anterior. Tengamos en cuenta que, a diferencia de este año, en 2022 tuvimos fibra ultrabarata de los grandes operadores o descuentos del 50% durante un año.
Ahora mismo, el panorama de ofertas es desolador y sólo compañías como Digi, o segundas marcas como Lowi, Simyo o Pepephone, estimulan al cliente para atraerlo con sus precios y servicios. Las tres grandes están bastante estancadas e incluso con la subida de precios conocida a principios de año han terminado por sembrar el descontento entre los usuarios.
Fuente: adslzone
