Estos supuestos miembros del departamento comercial del operador rojo no trabajan en la compañía y, aunque lo hicieran, habría horas determinadas en las que no te podrían molestar.
Falsos comerciales de Vodafone
En primer lugar, si recibes una llamada de tu supuesto operador en un tono agresivo, tiene todas las papeletas de que sea falsa. Algunos de los ejemplos reportados recientemente explican que el supuesto personal del operador les llamó avisando de un incremento en el precio de su tarifa que debía ser pagado inmediatamente. No es el proceso habitual ni la ética de las diferentes compañías de telecomunicaciones funciona así.
Además, si la situación sube de tono, llegan a exigir cambiar de tarifa bajo la amenaza de la cancelación o corte de la línea. Estos estafadores utilizan el nombre de una operadora como Vodafone para tratar de sonsacar información personal muy valiosa a los clientes que temen perder su línea.
Vodafone, como hacen otras operadoras, se comunican con sus clientes vía SMS, notificaciones en la app Mi Vodafone o bien en la propia factura telefónica con respecto a los cambios que va a haber en tus tarifas y, siempre que sea posible, con uno o dos meses de antelación.
«Son falsos comerciales. Nosotros también somos víctimas de estos fraudes [al estar en juego su reputación]. En ningún caso informamos fuera de los canales habituales».
En caso de duda, no aportes tus datos personales y sé tú mismo el que llame a atención al cliente de Vodafone para verificar la información que te han aportado en la llamada telefónica falsa.
El respeto a las horas de descanso
Además, aunque realmente fueran comerciales legítimos de Vodafone, tenemos que recordar que desde el 1 de enero de 2022 entró en vigor el código de conducta pactado por los grandes operadores de nuestro país que, entre muchas otras medidas, conlleva la prohibición de llamar a ciertas horas. De hecho, desde entonces, se prohibió realizar llamadas con fines comerciales antes de las 10 de la mañana y entre las 15 y las 16 horas de cualquier día de la semana.
La propia Vodafone ya fue condenada en febrero por el juzgado de Primera Instancia número 11 de Zaragoza a indemnizar con 6.000 euros a un ciudadano que demandó a la compañía por las constantes y reiteradas llamadas que recibía en sus horas de descanso, aun habiendo manifestado su deseo de no ser molestado. El fallo judicial, además de la multa impuesta, solicitó a la empresa la cesación de esta conducta por constituir una vulneración en el derecho a la intimidad.
