Por su parte, países como Suecia, Suiza o Irlanda demuestran que el WiFi a bordo de un tren puede funcionar realmente bien, casi al mismo nivel que en casa o en el trabajo. La diferencia entre España y los líderes europeos es demoledora. Por ejemplo, en Suecia tenemos velocidades medias de 64,58 Mbps, mientras que en Suiza rozamos los 30 Mbps. ¿En España? Velocidades hasta 158 veces inferiores que se quedan en 1,45 Mbps.

¿Por qué es tan malo el WiFi en nuestros trenes?

Mientras que en Europa se apuesta por el tren como alternativa real al coche o avión, en España la cosa deja mucho que desear. Aquí no se ha invertido casi en infraestructuras de última general, WiFi moderno y backhaul dedicado. El informe de Ookla habla de que en España se basa todo en “incidental coverage”, es decir, depender de antenas orientadas a núcleos urbanos y esperar que el milagro ocurra en cada túnel.

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Gráfico de barras comparando la velocidad media del WiFi en trenes de Europa: Suecia lidera con 64.58 Mbps, mientras que España se sitúa en 1.45 Mbps.

El informe también apunta a que más del 40% del WiFi ferroviario en Europa (y España) sigue usando WiFi 4 (lanzado en 2009) y casi una cuarta parte depende de la banda de 2,4 GHz (muy saturada y con baja capacidad). Otro de los problemas lo encontramos en cómo se conecta ese tren al mundo exterior, con tecnologías que condenan la conexión a un funcionamiento mediocre.

La política también juega

A diferencia de los modelos estatales como el sueco o el suizo, aquí la colaboración de operadores y administraciones es mínima. Faltan obligaciones claras de cobertura en trenes como sí existe en otros ámbitos. En el momento de publicación del artículo, ni Renfe, ni Adif, ni el Ministerio de Transportes han emitido un comunicado oficial en respuesta a las conclusiones del informe.

Por si esto fuera poco, el informe señala que los trenes actúan como auténticas jaulas de Faraday (ventanas con recubrimiento metálico, aislamiento acústico avanzado y carcasas con metales) que dificultan la llegada correcta de la señal.

¿Qué hacen bien otros países?

Igual podríamos aprender algo mirando a lo que hacen (y han hecho) otros países de nuestro entorno. Tenemos 4 casos analizados por el informe en Europa y otros varios en Asia:

  • Suecia: se trata del país que lidera las inversiones dirigidas a mejorar infraestructura 5G y 4G en túneles y zonas rurales.
  • Suiza: cuenta con un modelo híbrido que ofrece WiFi público para viajeros internacionales y FreeSurf (datos móviles gratuitos) para ciudadanos nacionales.
  • Francia y Austria: países con antenas específicas en los corredores ferroviarios, gestión estatal y colaboraciones con operadores para mejorar la señal dónde sea necesario.
  • Asia: países como Corea, Japón y Taiwán priorizan el uso de redes móviles a bordo.

Posibles soluciones a la vista

Más allá de adoptar alguno de los modelos anteriores que están funcionando realmente bien, en España podríamos renovar el parque ferroviario con WiFi 6/7 y multi-banda (5 GHz y 6 GHz). También vendría muy bien contar con fibra y conexión móvil a lo largo del trazado de los trenes (principalmente en los túneles).

A nivel de los trenes, se podría apostar por ventanas con materiales permeables a las ondas, para mejorar la cobertura. Finalmente, se podría optar por la instalación de sistemas compatibles con los satélites LEO (como puede ser Starlink) para garantizar un funcionamiento similar al de la red de casa. Esto de usar Starlink ya lo hacen algunas aerolíneas con estupendo resultado.

 

Fuente: adslzone