El tethering es un método cada vez más utilizado para compartir datos de un móvil, como si fuese una red WiFi, para que otros dispositivos puedan conectarse. Es una solución puntual para salir del paso cuando necesitamos conectar un portátil en un sitio sin WiFi o con una red pública de la que no terminamos de fiarnos. Sin embargo, no es la alternativa más recomendable para un uso frecuente o para conectar varios aparatos simultáneamente.

Esta práctica consumirá mucha batería del smartphone que esté compartiendo su señal. Además, limita la velocidad a Internet y, en algunos casos, podrías exponerte a problemas de ciberseguridad. Si sueles viajar a manudo a sitios sin acceso a redes WiFi privadas y la única opción de la que dispones son conexiones públicas poco seguras, lo mejor es invertir en un router portátil. Estos dispositivos te permitirán acceder a tu propia red, conectar varios equipos y evitarás ralentizaciones.

Ventajas del router portátil frente al tethering

La razón número uno por la que optar por un router portátil es que no dependerás del teléfono de una persona. Cuando el dueño de un smartphone decide irse del lugar en el que está compartiendo su punto de acceso, el resto del grupo se queda sin conexión a Internet. Al usar un enrutador móvil, esto se solucionará y cada uno será libre de moverse sin entorpecer la señal WiFi de otros dispositivos.

Además, la red que proporciona un router portátil es más estable que la de un móvil. Esto se traduce en una mayor velocidad al navegar por Internet. Mientras que con los datos móviles transformados en WiFi, ver contenido en streaming, jugar online o descargar archivos es un auténtico suplicio. Si tienes un dispositivo especialmente destinado a compartir la señal, estas limitaciones dejarán de ser un problema y tendrás una mayor estabilidad.

Al usar el smartphone, otro de los inconvenientes es que no se pueden conectar demasiados aparatos a la vez. Sin embargo, un router portátil permite una experiencia similar a la que tienes con la conexión de banda ancha en casa. Eso sí, deberás asegurarte de comprar una opción con doble banda (con red 5GHz y red 2,4GHz).

Al ser un router, tendrás más opciones de configuración. Con un punto de acceso del móvil, solo es posible cambiar el nombre de la red WiFi que se crea, la contraseña y poco más. No obstante, un router portátil moderno cuenta con funciones avanzadas, que permiten usarlo como VPN, implementar ajustes de control parental y más.

Por último, al prescindir de un teléfono inteligente, evitarás dañar la salud de la batería del mismo. Aunque los smartphones modernos permitan transformar los datos en una señal WiFi, no están pensados para hacerlo constantemente. Esta función suele consumir mucha energía y, por ello, solo deberíamos usarla en un momento puntual y no como alternativa al WiFi cuando estamos de vacaciones.

¿Qué router portátil comprar?

A la hora de elegir un router portátil para comprar, es conveniente fijarse en varios aspectos clave para asegurarse de que se adapte a las necesidades que buscas:

  • Compatibilidad de red. Qué tipo de cobertura soporta (4G/5G). Comprueba si funciona con bandas de frecuencia 2,4GHz y 5GHz.
  • Velocidad de conexión. Cuanto mayor sea la velocidad máxima soportada, mejor rendimiento (WiFi 5, WiFi 6 o WiFi 7).
  • Capacidad de dispositivos conectados. El fabricante indicará aproximadamente qué cantidad de aparatos admite para usarse simultáneamente.
  • Batería y autonomía. Hay algunos que solo funcionan si están conectados a la corriente; otros tienen batería, pero es importante conocer cuánto dura.
  • Portabilidad. El punto de un router portátil es que lo puedas llevar contigo en la mochila/maleta, por lo que el tamaño y el peso es importante.
  • Seguridad de la conexión. Cerciórate de que el router portátil ofrezca cifrado WPA2 o WPA3.
  • Ranura SIM y eSIM. Comprueba si funciona con SIM física, eSIM o ambas.

Fuente: adslzone