La mayoría de los hogares actuales están llenos de dispositivos conectados a la corriente. Neveras, microondas, televisiones, móviles, freidoras de aire, ordenadores, router WiFi, tablets, aspiradores… En muchos casos, los enchufes que hay en las viviendas no son suficientes y se utilizan regletas. Todo eso consume electricidad y algunos buscan ahorrar en verano desconectándolos al irse de vacaciones. Eso les puede salir caro si terminan estropeándolos, así que es importante retirar el cable bien.
En el caso de los aparatos con baterías incorporadas, como teléfonos inteligentes, tablets u ordenadores portátiles, da igual si los desenchufamos encendidos o apagados. Sin embargo, se recomienda primero quitar el cable del dispositivo y, después, el cargador de la toma de la corriente. De este modo, evitas generar pequeños picos de tensión que, a largo plazo, podrían afectar a la batería.
Con dispositivos que no tienen batería interna, y que solo funcionan cuando están enchufados (altavoces, ventiladores, televisores…), lo ideal es apagarlo manualmente primero antes de desconectarlo del todo. De lo contrario, estarías forzando al equipo a realizar un apagado brusco, lo que supone un riesgo de dañar los circuitos.
Dispositivos que no deberías desenchufar nunca
Ya hemos hablado de cómo desenchufar la mayoría de productos eléctricos que tengas en casa, pero hay algunos que no deberías quitar nunca de la corriente. Aunque pueda parecer lo más sensato, para dejarlos descansar y ahorrar en electricidad durante tus vacaciones, podrías romperlos, generar gastos innecesarios o incluso tener más riesgo de sufrir un ciberataque.
Uno de los aparatos más comunes de desenchufar, porque no solemos utilizarlo a diario, es la impresora de inyección de tinta. No obstante, varios modelos realizan un proceso automático de limpieza al volver a conectarse a la corriente y consume tinta de los cartuchos innecesariamente. Si lo desenchufas con frecuencia, tendrás que reponer los cartuchos antes de tiempo.
También es recomendable mantener el router WiFi conectado a la corriente. Aunque parezca innecesario cuando nos vamos de casa, este dispositivo suele recibir actualizaciones automáticas de seguridad fundamentales para mantener protegida tu red doméstica. Además, si tienes sistemas inteligentes en casa (luces, termostatos o cámaras de seguridad), necesitas que el router siga funcionando, para controlarlos en remoto y comprobar que todo está bajo control.
Otro caso menos conocido es el de las Smart TV con pantalla OLED. Este tipo de tecnología utiliza un procesamiento individual de píxeles, que necesita de ciertos procesos en reposo para mantener la calidad de imagen. Al desenchufar la televisión, especialmente en los ciclos de mantenimiento programados, puedes provocar fallos en el panel y una pérdida de calidad en los colores y el brillo con el paso del tiempo.
Fuente: adslzone