Hace algunos años, cuando aterrizábamos en cualquier país más allá de nuestras fronteras, teníamos que tener especial precaución con el uso que hacíamos de nuestro móvil. Más aún si teníamos una tarifa de datos contratada. Cualquier mensaje o llamada que hacíamos, así como correo electrónico o conexión de WhatsApp, se traducía en una factura que, con suerte, subía unas cuantas decenas de euros.

A medida que los operadores incluyeron el roaming en sus tarifas, esta tensión se rebajó de manera considerable. Ya no era necesario tener que pasar el día sin conexión, sino que podríamos hacer uso normal de nuestro móvil respetando los límites marcados por nuestra operadora. Siempre y cuando el país de destino estuviese contemplado dentro de las tarifas de roaming de nuestra operadora. Sin embargo, en muchos casos no ocurre así, más aún cuando tenemos pensado realizar un viaje largo o pasamos por diferentes países en nuestra ruta. Por este motivo, a continuación, te contamos algunos trucos que te ayudarán a no pagar de más en el extranjero y poder despreocuparte por completo de cualquier posible situación al respecto.

Utiliza una eSIM, despreocúpate de gastos inesperados

Las tarjetas eSIM nos permiten tener un número de teléfono con tarifa de datos en cualquier parte del mundo, sin depender de tarjetas físicas. Para ello, debemos comprobar cuáles son las operadoras que disponen de este servicio, comparar las tarifas entre ellas y seleccionar aquellas que se ajuste a nuestras necesidades.

Es importante valorar todos los aspectos antes de realizar nuestra elección. Por ejemplo, no todas las compañías de eSIM nos permiten compartir internet con nuestro ordenador o tableta, por ejemplo. Por lo que, si tenemos que teletrabajar, debemos contratar únicamente aquellas que sí que lo permitan.

El precio de la tarifa dependerá principalmente de dos factores: la duración del viaje y el número de datos. Si el viaje es largo, es mejor optar por datos ilimitados. De este modo, podremos despreocuarnos por completo de cualquier gasto inesperado. Cuando escojamos la operadora y la tarifa, únicamente tendremos que escanear un código QR con la cámara de nuestro móvil y, de manera instantánea, podremos llevar a cabo la conexión sin ningún contratiempo.

Utiliza las redes WiFi

Tanto si optamos por una eSIM como si queremos aprovechar los planes de roaming de nuestra compañía, las redes WiFi nos van a permitir reservar los datos contratados para las ocasiones que no tengamos ningún otro modo de llevar a cabo esta conexión. En los hoteles, cafeterías, restaurantes y en la mayoria de los sitios públicos vamos a poder encontrar este tipo de redes para continuar utilizando nuestro terminal móvil con normalidad.

Pese a su facilidad, debemos tener en cuenta que este tipo de redes también están más expuestas a la existencia de virus o cualquier otro malware que pueda instalarse en nuestro teléfono y acceder a nuestros datos personales: tarjetas de crédito, cuentas de correo, direcciones postales, etc. Por lo que debemos valorar si realmente merecen al pena frente a las tarjetas virtuales.

Desconecta los datos

Existe la falsa creencia de que, si no interactuamos con nuestro móvil, este no consume datos. Sin embargo, la realidad es bien diferente. La gran cantidad de aplicaciones y de procesos que trabajan en segundo plano requieren de conexiones de datos constantes que, pese a no consumir un gran volumen de los mismos, sí que puedan causarnos un buen susto en nuestra tarifa final. 

Si estamos en el extranjero y no disponemos de datos ilimitados, lo mejor que podemos hacer es desconectar los datos. Tanto en Android como en iOS, encontraremos esta opción dentro de los ajustes de nuestro terminal, en el apartado de datos móviles. También podemos configurar atajos para acceder a esta función más rápida sin necesidad de tener que desplazarnos constantemente por el menú de configuraciones.

Descárgate todo lo que necesites

Durante los últimos años, la mayoría de las aplicaciones nos permite poder descargarnos el contenido para poder utilizarlo cuando no tenemos conexión. Este no solamente es el caso de las plataformas de streaming, como Netflix o HBO, también de apps como Google Maps, por ejemplo.

Si utilizamos este recurso, evitaremos tener que gastar datos en aquellas aplicaciones que nos ofrecen esta posibilidad. Sin embargo, debemos tener en cuenta que las conexiones en redes WiFi que son públicas suelen estar limitadas para la descarga del contenido. Por lo que, para no perder tiempo, la mejor opción es realizar la descarga antes de salir del viaje.

 

Fuente: adslzone