Nuestros compañeros nos cuentan cómo medir la estabilidad de conexión y nos recuerdan que es importante porque, una baja estabilidad puede propiciar cortes en videojuegos online, por ejemplo, o pixelaciones y cortes, igualmente, en servicios de vídeo en streaming. Y mejorar la estabilidad puede corresponder únicamente al operador, por problemas técnicos o de instalación hasta el hogar, o bien puede tratarse únicamente de algo relativo a la instalación de la red local. Es decir, problemas de configuración del router, de la red WiFi, y un largo etcétera, pueden perjudicar la estabilidad.

Ping-t-8-8-8-8

Así se comprueba la estabilidad de una conexión a Internet

Lo único que tenemos que hacer es lanzar solicitudes a un servidor fiable, y que el mismo las devuelva. En este intercambio de envío y recepción podremos ver los paquetes salientes y entrantas, con el tiempo de demora en el transcurso y la pérdida de información si existiera. Lo vamos a hacer con los servidores de Google accediendo a Símbolo del Sistema desde el menú Inicio de Windows, e introduciendo aquí el comando ‘ping -t 8.8.8.8?. Lo interesante es dejar que lance consultas durante un tiempo largo, de por ejemplo 12 horas, para después revisar las consultas que se han hecho.

Hecho esto podremos revisar el registro de peticiones al servidor y la devolución de respuestas por parte del mismo, para comprobar si se pierden paquetes de datos en la comunicación entre el cliente –nuestro dispositivo- y el servidor –Google-. Si no se produce ninguna pérdida entonces, evidentemente, tendremos por seguro que la estabilidad es correcta y no se debe hacer cambio alguno. Si se pierden paquetes, entonces sí habría que revisar la configuración de red o la instalación en busca del causante de este problema de estabilidad.

 

Fuente: adslzone