Concha Masa, diputada del Grupo Parlamentario Izquierda Unida en Asturias, ha lanzado hace unos días una pregunta al Ejecutivo asturiano para conocer cuándo se iban a poner en marcha las recomendaciones del Servicio de Epidemología Laboral y Ambiental de la Consejería de Salud del Principado de Asturias. Las recomendaciones se basaban en los “Informes de sobre WiFi en centros escolares de 2012 y 2013”, donde ya se pusieron de manifiesto las supuestas incidencias que tendrían las radiaciones electromagnéticas de fuentes como el WiFi en los niños.

El Parlamento ha respondido haciendo alusión a que los supuestos efectos perjudiciales no han sido contrastados hasta la fecha por la comunidad científica internacional ni por la Organización Mundial de la Salud. No obstante, desde algunos partidos políticos se sigue haciendo hincapié en la cruzada contra el WiFi, tal y como os hemos contado en anteriores ocasiones.

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En los colegios de Asturias se prioriza el cable antes que el WiFi

De hecho, el asunto fue llevado a Bruselas por Estefanía Torres, una eurodiputada asturiana de Podemos, que planteaba que la Unión Europea reconociera la hipersensibilidad electromagnética como enfermedad, algo que hasta la fecha solo ha ocurrido en Francia. Allí, una ciudadana obtuvo la razón de los tribunales para recibir una prestación por enfermedad debido a los efectos sobre su salud que manifestaba sufrir y que fueron respaldados por la justicia gala en una resolución pionera que ha sentado un precedente al respecto.

A pesar de reconocer que no existen motivos para retirar el WiFi de las escuelas, el Gobierno del Principado de Asturias ha recordado a la diputada de Izquierda Unida que cuando los costes lo permiten, se busca priorizar las conexiones por cable en los centros educativos, a pesar de mantenerse la conexión inalámbrica para el uso esporádico de dispositivos móviles educativos como tabletas u ordenadores portátiles.

 

Fuente: Asturias 24 | adslzone