Finalmente, tras muchas deliberaciones, el concepto de neutralidad de la Red ha quedado fuera del documento definitivo elaborado en el congreso NETMundial, que reunió a 900 participantes para debatir sobre la regulación de Internet. Divergencias surgidas tras la propuesta brasileña el pasado jueves, que decidió elaborar una ley para proteger la libertad en la Red, provocaron que el documento retrasara su versión definitiva.

Paulo Bernardo, ministro brasileño de Comunicaciones, explicó que “no habido consenso en torno a la expresión `neutralidad de la Red´. Hay países que no lo quieren, como Estados Unidos o la Unión Europea, a la que tampoco le interesa”.

Virgilio Almeida, presidente de NETMundial, fue muy claro al respecto y señaló que a Francia, Estados Unidos y la Unión Europa, así a como parte del sector privado, no les interesa que se desarrolle esta idea, a lo que la vicepresidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroes, respondió que esto se debe a que “hay definiciones diferentes”.

Netmundial

El vicepresidente de Cisco, Robert Pepper, dijo que ha sido imposible el acuerdo entre todas las partes porque la neutralidad en Internet “significa cosas diferentes para personas diferentes, y además está siendo implementada de maneras distintas” según el lugar.

Sea como fuere, el resultado ha sido un documento de escasas diez páginas en el que se condena la “vigilancia masiva” en Internet e incluye un llamamiento para que sea perseguida según la legislación internacional. Sin embargo, no se hace ni una simple mención a la NSA y los recientes escándalos de espionaje.

La decisión de Brasil

Al mismo tiempo que se decidía mantener el status quo en Internet, el gobierno de Brasil, el país anfitrión de esta conferencia, optaba por desarrollar una ley que garantiza esto precisamente: libertad de acceso y neutralidad en la Red.

Entre otras cosas, esta “carta magna” de Internet, como se ha comenzado a denominar en el país carioca a la Ley de Marco Civil, incluye aspectos como la aprobación de medidas para evitar que las operadoras cobren por dar mejor acceso o capen ciertas páginas web en función de la tarifa que pague el usuario, evitando así la llamada Internet de dos velocidades. Otro de los puntos que recoge garantiza que las demandas de los internautas brasileños contra grandes multinacionales por temas de privacidad, sean juzgadas en Brasil sin importar dónde se alojen los datos de estas empresas.

 

Fuente: adslzone