Google ha publicado que de enero a junio de este año recibió 3.846 solicitudes de los gobiernos para eliminar el contenido de sus servicios, un aumento del 68% con respecto al segundo semestre de 2012. “En los últimos cuatro años, una tendencia preocupante ha permanecido constante: los gobiernos continúan pidiéndonos que eliminemos contenido político. Los jueces nos han pedido que retiremos la información que es crítica con ellos, los departamentos de policía quieren que quitemos hasta vídeos o blogs, y las instituciones locales como ayuntamientos no quieren que la gente sea capaz de encontrar información sobre su proceso de decisiones”, afirma Susan Infantino, director legal de Google.”Estos funcionarios a menudo citan la difamación, la privacidad e incluso las leyes de derechos de autor en los intentos de eliminar la expresión política de nuestros servicios”, continua Infantino.

Censura en Google

Censura en internet

En principio, internet debería ser o haber sido el adalid de la libertad. Pero parece que ni lo ha sido ni lo será nunca. Las noticias que han ido saliendo en los últimos meses acerca de las prácticas que rozan la línea de la legalidad, o que incluso son ilegales, de gobiernos democráticos con respecto a la privacidad en internet, nos avisan de que internet está muy controlado.

Y por lo que dice Google, lo que no pueden controlar lo intentan eliminar. La lista de países que más solicitudes envían al buscador para eliminar contenido la encabeza Turquía, seguida por Estados Unidos, Brasil, Rusia y la India. Entre las solicitudes se encuentran algunas como la hecha por un funcionario de la policía local estadounidense que pedía que se eliminara un enlace a un artículo de prensa que trataba de su historial como oficial.

Obviamente hay ocasiones en las que se tiene que proteger el derecho a la intimidad de las personas y por tanto es lógico que se eliminen entradas del buscador. Pero la denuncia de Google va más contra aquellos poderes públicos que intentan que la gente, sus votantes, sepan cada vez menos de sus actos. Quieren pasar como censores de lo que se puede o  no se puede saber. Y parece ser que estás prácticas no paran de crecer.

 

Fuente: The Guardiansoftzone