Ser jugador de eSports es el sueño de muchos jóvenes a los que les gustaría dedicar su jornada laboral entrenando, compitiendo y mejorando sus habilidades con el mando o el teclado. La buena noticia que tenemos para ti es que cualquiera podría llegar a convertirse en jugador de eSports profesional, aunque es obvio que tendrás que seguir una serie de consejos y tomártelo muy en serio. Para llegar a ser profesional hay que esforzarse muchísimo, pero cuando alcances tus objetivos vivirás realmente haciendo lo que te gusta y eso es algo que disfrutarás cada día. A continuación, te damos las claves para que comiences tu camino.

Mentalízate

No, ser profesional de los eSports no significa que te pases el día jugando sin más. Lo que vas a hacer no es lo mismo que si estuvieras un fin de semana pegado al ordenador las 24 horas jugando sin parar. No se trata de algo parecido ni de lejos, así que lo primero es que te mentalices de lo que significa tener este tipo de trabajo.

Los profesionales de la competición en eSports es verdad que entrenan a diario y que pasan mucho tiempo dentro del juego en el que se hayan especializado, pero lo que hacen no es simplemente «jugar». Por ejemplo, quizá tengan que practicar un movimiento concreto y deban repetir el mismo patrón durante 2 horas seguidas hasta que le hayan cogido el truco y puedan hacerlo sin fallar en ningún momento. Y no solo será hacerlo bien, sino que tendrán que seguir practicando para hacerlo más rápidamente y con un mayor nivel de precisión. Por ello, se trata de un tipo de proceso que, aunque te cueste imaginarlo, acaba no siendo precisamente divertido. ¡Tenlo en cuenta!

Elige un juego

Los eSports son como los deportes de toda la vida: seguro que hay alguno en el que destaques más. Por lo general, todos tenemos una serie de habilidades o de capacidad que nos hacen más adecuados para una actividad concreta. En los eSports ocurre exactamente lo mismo. Y aunque también influyen otros factores, como el tiempo que hayas invertido entrenando o el interés que tengas en un juego concreto, quizá tu talento natural acabe siendo el elemento determinante.

Tienes que decidir en qué juego te especializarás y para ello debes ver en cuál eres realmente bueno. Aunque en el mundo hay casi 30.000 jugadores profesionales de eSports, en España hay menos de 400, así que tienes que hacerte a la idea de que debes ser realmente bueno para vivir de ello. Haz una criba de posibles juegos definiendo primero el género que mejor se te da, como lucha, acción, shooter o deportes, entre otros, y después opta por el que mejor resultados te dé. No te olvides de que debes pasártelo bien jugando, así que si el juego en el que eres realmente bueno no te gusta, quizá tengas que replantearte un par de cosas.

Prepara tu equipamiento

Los profesionales utilizan ordenadores, periféricos, sillas de gaming y otros componentes que son de una alta calidad y que cumplen con los estándares a los que tienen que llegar los productos de gaming. Esto significa, desgraciadamente, que por ahora tienes que hacer cierta inversión para poder dar tus primeros pasos. Es cierto que hay maneras de optimizar la inversión y que, al principio, podrías hacer algunos sacrificios para no invertir demasiado desde el primer momento. Pero sí que hay unos mínimos que tienes que asegurarte de cumplir.

Para decidirte por unos accesorios u otros en el momento en el que vayas a comprar todo lo necesario, lo que te recomendamos es que consultes cuáles son los equipos de competición que se utilizan en los torneos. ¿Cuál es el motivo de ello? Simplemente conseguir acostumbrarte mejor a esos componentes determinados. Esto es algo que hacen también los profesionales de los eSports y que si te fijas en sus streams serás capaz de apreciar. Todos utilizan en sus sesiones de entrenamiento y en sus casas los mismos teclados, ratones y pantallas que se usan también en los torneos en los que compiten. De esa forma se crea el mejor entorno para ellos y todo el mundo está en equilibrio.

Juega y entrena

Ahora mismo estás en un momento en el que no tienes la presión de formar parte de un club. Estás empezando desde cero, así que puedes ir tranquilo. Pero eso no significa que debas bajar el ritmo. Por ello, tienes que dedicarte a jugar y entrenar todas las horas que puedas. Al principio lo harás participando en partidas públicas con otros jugadores al azar. Con el tiempo llegarás a aumentar tu posición en las clasificaciones e incluso podrías llegar a formar parte de un club de aficionados que organice competiciones por diversión.

Lo importante es que tu nombre de jugador vaya dejándose ver todo lo posible. No rechaces ninguna invitación que recibas para participar en torneos o sesiones de juego que se puedan ver por Twitch. Por pequeña que te parezca la ocasión, deberías ir de cabeza, puesto que no sabes si esos vídeos acabarán llegando a más personas cuando se republiquen en YouTube o en redes sociales. Además, tu nombre irá ganando fama poco a poco.

Desde ahí llegarás a partidas de matchmaking y luego es posible que te inviten o te clasifiques para algún torneo más oficial. Si haces un buen papel en esos torneos que son seguidos por miles de personas, quizá un equipo oficial te llegue a plantear una oferta. ¡Será el momento de hacer realidad tu sueño!

 

Fuente: adslzone