Si tienes una videoconsola de última generación, o incluso de la generación anterior, comprenderás perfectamente estas líneas. Y si no la tienes conectada a Internet -no lo creo-, las entenderás aún mucho mejor. ¿Hasta qué punto va a llegar la dependencia de Internet de nuestras videoconsolas? Estos son los problemas que tenemos, precisamente, por culpa de lo mismo.

Juegos incompletos y actualizaciones constantes

Los videojuegos han sufrido retrasos desde que el mundo es mundo, pero gracias a la conexión a Internet de nuestras videoconsolas, algunos desarrolladores han optado ahora por mantener “limpia” su imagen en este aspecto eliminando los retrasos. ¿Cuál es la consecuencia? Que, cuando vamos a instalar nuestro videojuego recién comprado el día de su lanzamiento, nos encontramos con una actualización. ¿Una actualización? Sí, ahora llegan antes incluso que el videojuego a tu casa. Es lo que llamamos “videojuegos incompletos”. El desarrollador lanza un título y, mientras se lleva a cabo la distribución-comercialización, ya hay preparada una actualización complementaria para concluir el trabajo que no ha dado tiempo antes de hacer llegar los discos a las tiendas.

Por otra parte, si has dejado de utilizar tu videoconsola durante algunas semanas, también conocerás el problema de las actualizaciones constantes. Si cuentas con una conexión de 100 Mb, por ejemplo, descargar 500 MB de actualización o 1 GB puede resolverse en algunos minutos. Ahora bien, si tienes una conexión pobre, procura no dejar desatendida tu videoconsola, porque el día que tengas media hora, o incluso una hora para jugar, probablemente tendrás que dedicar ese tiempo a actualizar el software.

Internet como requisito para poder jugar

¿Qué necesitas para jugar? La videoconsola, el juego, un mando y una pantalla. De eso nada, ahora también necesitas Internet. No ocurre con todos los títulos, pero ya hay varios en el mercado -y otros programados- que requieren de conexión a Internet para poder jugar incluso en los modos individuales. ¿Qué ocurre si te llevas la consola de viaje, por problemas técnicos estás sin Internet, o simplemente no puedes conectar tu videoconsola a la Red? Entonces, no puedes jugar.

¿Error o acierto?

Gracias a esto mismo, por otra parte, nos evitamos tener juegos con errores sin solucionar, o al menos así lo dice la teoría. Para la suerte de los gamers contamos con soporte de los desarrolladores, pero también con limitaciones por el acceso a Internet. Por otra parte, los modos multijugador tal y como hoy los entendemos no existirían, sino que seguiríamos limitados a la “pantalla dividida”. Y sí, impedir que juguemos sin conexión a Internet es una forma de evitar la piratería.

Para ti, ¿qué pesa más, los “pros” o los “contras”?

Quizá también te pueda interesar…

 

Fuente: adslzone