Según los resultados de esta investigación, como conclusión “a grosso modo” podríamos afirmar que jugar a videojuegos durante un corto período de forma diaria tiene un efecto positivo sobre el desarrollo de los niños. No obstante, es preciso ahondar en los matices de esta investigación llevada a cabo por la Universidad de Oxford, en la cual se han tenido en cuenta los niños que juegan poco menos de una hora, los que no juegan nada en absoluto y, por otra parte, los que dedican cantidades bastante mayores con una frecuencia diaria.
Cortos períodos diarios con videojuegos favorecen la adaptación
En este estudio, llevado a cabo con niños con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años, los investigadores pudieron extraer que los niños que juegan a videojuegos durante períodos cercanos a una hora diaria están mejor adaptados a su entorno que los que no dedican ningún intervalo de tiempo diario a los videojuegos. Sin embargo, los niños que utilizan sus sistemas de entretenimiento -ya sean portátiles o de sobremesa- durante más de tres horas diarias de media reportaron unos niveles de satisfacción, desde un punto de vista que contempla varios aspectos de su vida en general, mucho más bajos. En cuanto al estudio, es preciso también especificar que se ha llevado a cabo sobre niños británicos con edades, como adelantábamos, comprendidas entre los 10 y 15 años de edad.
“Los videojuegos son buenos para los niños”, ¿realidad o mito?
A nadie le sorprende ya el leer que los videojuegos son positivos para los niños. En el caso de esta encuesta, sobre 5000 niños, el 75% afirmaron utilizar videojuegos de forma diaria. Ahora bien, ¿en qué medida son positivos los videojuegos? Si bien es cierto que, como comentamos, son positivos, más cierto aún es que lo son cuando, en primer lugar, son supervisados por los padres o tutores, puesto que los videojuegos violentos pueden causar bajos niveles de moral, por ejemplo. Por otra parte, como podemos extraer de este estudio, la estadística nos reporta que los niños “viciados”, como suele decirse, es decir, los que juegan durante más de tres horas diarias, viven insatisfechos en cierto modo. Así pues, sí, son positivos, pero siempre bajo unos controles en frecuencia de utilización y en tipo de contenidos.
