Los últimos datos publicados por IDC y App Annie sobre el primer trimestre de 2013 han demostrado el cambio de tendencia de los jugadores en el sector móvil. En ellos se aprecia cómo los videojuegos desarrollados para móviles y tabletas han devorado el mercado del que hacían gala Nintendo y Sony con sus portátiles DS, 3DS, PSP y PS Vita. Los datos son demoledores: los ingresos generados por los juegos en Google Play y App Store triplican a los logrados por las consolas portátiles de los citados gigantes de la industria.

En concreto son los descargados para Android los más demandados por los usuarios, aunque siguen generando mayores ingresos los de la App Store de Apple. En cualquier caso, son los contenidos con más descargas, acaparando el 40% del total de aplicaciones que se bajaron para ambos sistemas en los primeros meses del año.

Los informes revelan cómo ambas plataformas están creciendo a un gran ritmo en regiones habitualmente dominadas por las portátiles. Por ejemplo, en Japón, cuna tanto de Sony como de Nintendo y donde logran gran parte de sus beneficios en este mercado, Google Play está creciendo por encima de lo esperado gracias a servicios como Line, que también incluye algunos juegos para sus usuarios.

¿A qué se debe el cambio en la tendencia?

Son varios los factores que explican este fenómeno en el que se hunde el mercado de las portátiles mientras brilla en de los dispositivos móviles. El primero de ellos es el auge tanto de smartphones como tabletas y su mejora técnica. Aunque no ofrecen de momento títulos a la altura de las portátiles en lo que a jugabilidad y gráficos se refiere, a los usuarios más casual les basta con lo que ofrece la amplia variedad de juegos para móviles.

A ello hay que unir el precio de estos contenidos. Mientras que adquirir un título recién lanzado para Nintendo 3DS o PS Vita puede ascender hasta más de 40 euros, en el caso de los juegos para móviles o tabletas encontramos una mayor variedad de precios, desde los disponibles de forma gratuita hasta los que cobran cantidades ostensiblemente inferiores a esta cifra. Si tenemos en cuenta, además, la evolución negativa de la economía en muchos países se hace más comprensible esta tendencia.

Los datos, eso sí, no significan que el mercado de las consolas portátiles haya dejado de ser rentable. Nintendo especialmente sigue gozando de una posición privilegiada, pero poco a poco dejarán de ser los sistemas elegidos por los usuarios para jugar en movilidad. Será interesante ver cómo evolucionan las próximas consolas portátiles (en caso de haberlas), pero parece claro que se verán obligadas a abrir la puerta a la escena independiente para móviles y tabletas si no quieren verse abocadas al ocaso definitivo.

 

Fuente: adslzone