Una de las prácticas que más está creciendo es la de las llamadas transferencias espejo, y recientemente una pareja en España perdió más de 40.000 euros en apenas unas horas, según informa el diario elEconomista.
Qué son las transferencias espejo
Esta funciona siempre de la misma manera. Te llega un mensaje de texto que parece ser del banco (eso es lo que intentan simular los delincuentes). En este caso, el aviso decía que se había realizado una transferencia de 5.000 euros desde la cuenta del afectado. El remitente del SMS coincidía con los mensajes oficiales de su entidad, lo que lo hacía prácticamente indistinguible de una comunicación real del banco. El mensaje incluía un número de teléfono al que había que llamar de inmediato para resolver el problema. Y, como ocurre en muchos casos, el miedo pudo más que la precaución. Revisa esta función para evitar estafas.
El hombre, de 68 años, llamó sin sospechar que al otro lado de la línea no estaba su banco, sino un estafador que hablaba con total tranquilidad. Le explicó que efectivamente se habían detectado transferencias sospechosas y que la única forma de detenerlas era realizar una serie de transferencias espejo, es decir, supuestos movimientos temporales de dinero que servirían para anular los cargos y devolver el dinero a su cuenta. Para reforzar la mentira, cada vez que hacía una transferencia recibía un SMS de confirmación de que el dinero había sido bloqueado y que volvería a estar disponible en breve.
La estafa se fue repitiendo una y otra vez. El estafador insistía en que aparecían nuevas transferencias sospechosas y pedía más operaciones para resolverlas. Lo que en realidad ocurría es que el dinero iba desapareciendo en diferentes cuentas, hasta que el saldo de la víctima quedó completamente vacío. Incluso su mujer acabó participando en la falsa operación, haciendo transferencias desde su propia cuenta y llegando a ingresar dinero en efectivo en un cajero de madrugada para “protegerlo”. Al final, la suma robada superó los 40.000 euros.
El engaño solo quedó en evidencia al día siguiente, cuando un familiar escuchó la historia y reconoció de inmediato el fraude. La pareja acudió a la policía y contactó con el banco, aunque la entidad dio por válidas las operaciones realizadas con sus claves. En ese momento parecía que todo el dinero estaba perdido.
Sin embargo, y a pesar del golpe, esta historia tuvo un desenlace menos amargo de lo habitual. Gracias a la intervención del abogado Diego Zapatero, socio de Asoban Abogados, especializado en fraudes bancarios, la pareja consiguió recuperar más de la mitad de lo sustraído. El letrado negoció con el banco antes de llegar a juicio, logrando que se devolviera parte del dinero bajo el argumento de que la entidad no cumplió con todas sus obligaciones de seguridad.
Según explicó el abogado, los bancos están obligados por ley a proteger a sus clientes y a minimizar el riesgo de operaciones no autorizadas. Eso incluye identificar patrones de comportamiento sospechosos, como transferencias de grandes cantidades de dinero a altas horas de la madrugada o ingresos de efectivo poco habituales.
Este caso sirve de advertencia para todos. Las transferencias espejo son solo una de las muchas variantes de fraude que se usan actualmente. Los delincuentes saben cómo explotar la urgencia y el miedo para que las víctimas actúen sin pensar. Por eso, la mejor herramienta contra estas estafas sigue siendo la prevención. Nunca hay que confiar en mensajes o llamadas que pidan transferencias inmediatas. Lo mejor siempre es comprobar la información en los canales oficiales del banco y, en caso de duda, consultar con familiares o expertos antes de mover un solo euro.
Fuente: elEconomista | adslzone