Durante los últimos años, nos hemos acostumbrado a todo tipo de noticias informando acerca de delitos cibernéticos que, por medio de diferentes técnicas, terminan robando nuestros datos. Pero, ¿cómo es posible que nuestro correo electrónico o nuestros datos personales se filtren si seguimos todas las medidas de seguridad que recomiendan las empresas especializadas?

En internet, cualquier precaución es poca y no existe ningún protocolo que nos permita estar seguros ante posibles filtraciones de datos. Sin embargo, podemos encontrar herramientas que nos permiten consultar cuál es la información a la que acceden las páginas web que visitarnos en nuestro día a día, como es el caso de Blacklight, accesible desde este enlace. Te contamos todos los detalles.

Cómo acceden a nuestros datos

La herramienta ha sido descubierta por parte de la usuaria de X, antigua Twitter, @CarmelaRios. Su funcionamiento es muy sencillo: basta con introducir la URL de la página web en cuestión para que se lleve a cabo un análisis exhaustivo acerca de todos los datos que estamos proporcionando por el simple hecho de haber accedido a uno de nuestros sitios web de confianza. A partir de la identificación de todas las tecnologías que entran en juego cuando iniciamos la sesión, vamos a poder conocer, incluso antes de entrar, cuáles son los datos que pueden estar recopilando.

El análisis nos ofrece, por ejemplo, el uso que se realiza de los rastreadores de anuncios, de las cookies de tercero o, incluso, si la página web en cuestión cuenta con tecnología que permite identificar si el usuario tiene bloqueadores de publicidad activos. Una información que se puede utilizar, a la postre, para impedir la visualización del contenido si no se deshabilitan este tipo de extensiones, por ejemplo.

Uno de los aspectos que destaca de Blacklight, además de la posibilidad de analizar cada sitio web, es la interpretación que ofrece de los datos. Cuando se detecta que una página web utiliza una gran cantidad desmesurada de ciertas tecnologías que le permiten conocer más información de nosotros, nos muestra una comparación con la media de herramientas que usan el resto de sitios web, como podemos ver en la siguiente captura.

El objetivo de recopilar datos

En muchas ocasiones, la recopilación de ciertos datos resulta necesaria para que la experiencia que ofrece el sitio web sea óptima para el usuario. Por ejemplo, personalizando el contenido de los anuncios que se muestran a la hora de acceder a ella en función de las búsquedas que hemos hecho recientemente en torno a un producto en concreto. No obstante, si esta información cae en las manos inadecuadas, también se puede utilizar para vender la misma y, como usuarios, perder el control de nuestros datos.

Una buena práctica para evitar estas desagradables situaciones puede ser el de consultar, antes de acceder a nuevos sitios web, los datos que estamos cediendo por el simple hecho de visitarlos. Y, en base a ello, tomar la decisión de si estamos dispuestos a asumir, o no, el riesgo.

 

Fuente: 20 Minutos | adslzone